Poetisa y periodista, fue también presidenta de la Acción Católica de la Mujer La laica mallorquina, Francisca Alcover, camino de la beatificación

Francisca Ana María Alcover Morell
Francisca Ana María Alcover Morell Vatican Media

El papa Francisco aprobó este 23 de febrero la promulgación del decreto que reconoce las "virtudes heroicas" de Francisca Ana María Alcover Morell, lo que supone el primer paso en el proceso de beatificación de la laica española que fue presidenta de la organización Acción Católica de la Mujer

Junto con la laica mallorquina, el Papa ha autorizado también los decretos de otros cuatro nuevos venerables y una beata italiana,  Elisabetta Martínez, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca

El papa Francisco aprobó este 23 de febrero la promulgación del decreto que reconoce las "virtudes heroicas" de Francisca Ana María Alcover Morell, lo que supone el primer paso en el proceso de beatificación de la laica española que fue presidenta de la organización Acción Católica de la Mujer.

Francisco firmó este decreto tras mantener una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, en la que también se reconocieron los decretos para otros proceso de beatificación.

Poetisa y colaboradora de la prensa local


Alcover Morell, que nació el 19 de octubre de 1912 en Sóller (Mallorca), estudió hasta los 18 años en la escuela de las Hijas de María Escolapias, "que marcaron profundamente su vida y aprendió aquellas materias a las que más se dedicó", según la biografía proporcionada por el Vaticano 

De hecho, fue poeta y colaboradora del periódico local, expresando en sus escritos y discursos la religiosidad que impregnaba su intensa actividad social. A partir de 1946 se dedicó al cuidado de sus padres ancianos y enfermos, además de trabajar, ya que la situación económica familiar había sufrido enormes pérdidas y se dedicó "apasionadamente al apostolado entre los jóvenes". En 1951 aparecieron los primeros síntomas de un tumor cerebral que la privó paulatinamente de movimiento y visión hasta su muerte en 1954. Ahora, en su camino hacia la beatificación es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizada, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

Elisabetta Martinez, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca
Elisabetta Martinez, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca Vatican Media

Junto con esta declaración de la laica española, Francisco ha autorizado también los decretos de otros cuatro nuevos venerables y una beata. Se trata de los siervos de Dios osé de San Elpidio, Aloísio Sebastião Boeing, Maria Margherita Lussana, Francisca Ana María Alcover Morell y Albertina Violi Zirondoli y de la religiosa italiana Elisabetta Martínez, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca, a la que se le ha reconocido un milagro por su intercesión.

Nacida en Galatina (Lecce) el 25 de marzo de 1905, Elisabetta ingresó en 1930 en la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, que más tarde se vio obligada a abandonar a causa de una grave infección pulmonar. Maduró entonces la idea de fundar una nueva Congregación dedicada a la formación de las adolescentes, la educación de la primera infancia, la atención a las madres solteras y el servicio parroquial, y puso en marcha el Instituto de las "Hijas de Santa María de Leuca". Elegida Superiora General, trasladó la sede de la casa general y del noviciado a Roma, donde murió en 1991, informa Vatican News.

Curación de un feto

El milagro que se le reconoció fue la curación de un feto de "trombosis y oclusión calcificada completa de la arteria umbilical fetal izquierda" con "infarto placentario extenso y alteraciones plurifocales de las vellosidades como consecuencia de la hipoxemia", así como "retraso muy grave del crecimiento fetal intrauterino asociado a la condición de brain sparing". Informada de la gravísima situación de una madre de Rímini, la Superiora General de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca inició una novena de oración en las distintas comunidades para pedir un milagro por intercesión de la Fundadora. Las oraciones acompañaron todo el periodo del embarazo y el pequeño nació el 19 de marzo de 2018 en buen estado.

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