El Papa condena los asesinatos de los jesuitas en México y pide no olvidar a Ucrania Francisco: “Lo importante es seguir a Jesús, aunque sea en silla de ruedas”

Francisco, durante la audiencia
Francisco, durante la audiencia

El Papa advierte en su catequesis contra la tentación de “encerrar el testimonio del Evangelio en la crisálida de una revelación ‘azucarada’, a la que añadimos nuestra veneración de circunstancia”

Francisco invitó a “aprender de nuestra fragilidad y expresar la coherencia de nuestro testimonio de vida en las condiciones de una vida ampliamente confiada a otros, ampliamente dependiente de la iniciativa de otros”

El Papa invita en la audiencia de los miércoles a "no encerrar el Evangelio"

Al día siguiente de desechar ante los obispos brasileños en visita ad limina los rumores sobre su dimisión, el papa Francisco, en una nueva catequesis sobre la vejez, ha recalcado que “es importante seguir a Jesús, aunque sea en silla de ruedas”.

Ante una nutrida concurrencia en la plaza de San Pedro, el Papa afirmó, saltándose el texto escrito, que “la vejez es así, te vienen todas las enfermedades y tienes que aceptarlas como llegan, ya no tienes la fuerza de los jóvenes”, reconoció, pero añadió que “el seguimiento de Jesús va siempre adelante, con buena o no tan buena salud, lo importante es seguir siempre a Jesús, aunque sea en silla de ruedas”.

La relación con los demás

Ya siguiendo el texto,reflexionó sobre el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro “un diálogo conmovedor, en el que se refleja todo el amor de Jesús por sus discípulos, y también la sublime humanidad de su relación con ellos”, “una relación tierna, pero no simple, directa, fuerte, libre y abierta”, que “se cierra con una vehemente petición y ofrenda de amor entre Jesús y Pedro, que se entrelaza, con toda naturalidad, con una discusión entre ambos”.

“Podemos preguntarnos: ¿somos capaces nosotros de custodiar el tenor de esta relación de Jesús con los discípulos, según su estilo tan abierto, tan franco, tan directo, tan humanamente real? ¿No estamos, sin embargo, muy a menudo tentados a encerrar el testimonio del Evangelio en la crisálida de una revelación ‘azucarada’, a la que añadimos nuestra veneración de circunstancia?”, se preguntó el Papa..

Francisco, durante la catequesis
Francisco, durante la catequesis

“Esta actitud, que parece de respeto, en realidad nos aleja del verdadero Jesús, e incluso se convierte en ocasión para un camino de fe muy abstracto, muy autorreferencial, muy mundano”, advirtió Francisco.

Tiempo de testimonio y tiempo de vida

En el transcurso de la discusión de Jesús con Pedro, Bergoglio refiere los dos pasajes que se tratan precisamente de la vejez y la duración del tiempo: el tiempo del testimonio, el tiempo de la vida. “Este coloquio entre Jesús y Pedro contiene una enseñanza valiosa para todos los discípulos, para todos los creyentes. Y también para todos los ancianos. Aprender de nuestra fragilidad y expresar la coherencia de nuestro testimonio de vida en las condiciones de una vida ampliamente confiada a otros, ampliamente dependiente de la iniciativa de otros”.

“Pero de nuevo debemos preguntarnos: ¿disponemos de una espiritualidad realmente capaz de interpretar la época -ahora larga y extendida- de este tiempo de nuestra debilidad confiada a los demás, más que al poder de nuestra autonomía? ¿Cómo permanecer fieles a la secuela vivida, al amor prometido, a la justicia buscada en el tiempo de nuestra capacidad de iniciativa, en el tiempo de la fragilidad de la dependencia, de la despedida del protagonismo de nuestra vida?”, lanzó Francisco.

Vista de la plaza durante la audiencia
Vista de la plaza durante la audiencia

En este sentido, el Papa afirmó que “este nuevo tiempo es también un tiempo de prueba, ciertamente”, “empezando por la tentación -muy humana, sin duda, pero también muy insidiosa- de conservar nuestro protagonismo”, por lo que pidió que "a veces, el protagonismo tiene que disminuir, abajarse".

No meternos en la vida de los demás 

 Ante esta tentación, el Papa recordó la respuesta de Jesús a Pedro, “franca e incluso áspera: ‘¿Qué te importa? Tú, sígueme’", e improvisó: "Cuando queremos meternos en la vida de los demás, Jesús nos dice, '¿a ti que te importa?', esto es bellísimo".

“Hermoso -siguió Bergoglio-. Los ancianos no deben tener envidia de los jóvenes que toman su camino, que ocupan su lugar, que duran más que ellos”, porque “incluso en las condiciones que les acercan a la despedida de la vida, son su título de admiración para las generaciones venideras y de reconocimiento agradecido por parte del Señor.

"Aprender a alejarse, esta es la sabiduría de los ancianos, aprender a despedirse bien, de la sociedad, de los demás, la vida de anciano es una despedida lenta, pero alegre. He vivido la vida, he conservado mi fe, es bello cuando un anciano puede decir eso”, improvisó Bergoglio.

 “Incluso la secuela forzosamente inactiva, hecha de contemplación emocionada y de escucha extasiada de la palabra del Señor -como la de María, hermana de Lázaro- se convertirá en la mejor parte de su vida. Que nunca más será quitada”.

Mirar a los ancianos, no perder su memoria

"Miremos a los ancianos y ayudémosle a expresar su sabiduría de vida, que puedan darnos los más hermoso que tiene, escuchemos, y nosotros, ancianos, escuchemos a los jóvenes. Siempre con una sonrisa para los jóvenes, ellos seguirán el camino, aquello que hemos sembrado y lo que no porque no hemos tenido el coraje. Loa ancianos no pueden ser felices sin mirar a los jóvenes y los jóvenes, sin mirar a los ancianos", concluyó el Pontífice.

Antes de la despedida final, Francisco condenó el asesinato de dos "hermanos jesuitas" en México, mostró su afición y pidió oraciones por las víctimas del terremoto en Afganistán, que ha dejado centenares de muertos, y de nuevo volvió a pedir que "no olvidemos a Ucrania y no perdamos la memoria del sufrimiento de este pueblo martirizado".

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