Modificaciones y novedades, "no es una revolución, sí un cambio importante" "No estamos detrás de los votos": los responsables del Sínodo tratan de bajar la euforia de los titulares

Presentación del Instrumentum Laboris
Presentación del Instrumentum Laboris Vatican Media

Al menos la mitad de los miembros no obispos del Sínodo serán mujeres

Los Purpurados remarcaron que la participación de realidades eclesiales tan diversas en el sínodo asegura el diálogo existente entre la profecía del Pueblo de Dios y el discernimiento de los Pastores. Una circularidad que, según consideraron, se ha puesto de manifestación durante todo el proceso sinodal

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El Sínodo no es un Parlamento ni los padres (y madres) sinodales se regirán por la mayoría o crearán 'cordadas' para aglutinar el voto. "No estamos detrás de los votos", aseguraban en rueda de prensa los máximos responsables del camino sinodal que ahora llega, en forma de Instrumentum Laboris, a su etapa mundial. 

Así, los Cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, Secretario General y Relator General del Sínodo respectivamente, recordaron que la votación es un instrumento humano que ayudará, pero el sínodo "es un discernimiento, es una oración". El sínodo no es un parlamento, sino un "meterse en juego con el Espíritu". Unas palabras que trataban de frenar la euforia desatada por titulares de todo el mundo, que apuntaban (como hace el documento) a un debate abierto sobre celibato, papel de la mujer, divorciados y gays en el interior De la Iglesia católica.

Pese a todo, la próxima XVI  Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista para octubre de 2023, tendrá algunas modificaciones y novedades, relacionadas con la composición de la Asamblea y el tipo de participantes.

Mujeres asumen rol protagónico en la iglesia
Mujeres asumen rol protagónico en la iglesia

¿Cuáles son? En primer lugar, los diez clérigos pertenecientes a institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones que representan a los Superiores Generales, ya no están presentes. Son sustituidos por cinco religiosas y cinco religiosos pertenecientes a institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones representativas de las Superioras Generales y de los Superiores Generales. Como miembros tienen derecho a voto.

En segundo lugar, ya no hay auditores, pero se añaden otros 70 miembros no Obispos, que representan a otros fieles del Pueblo de Dios (sacerdotes, personas consagradas, diáconos, fieles laicos) y que proceden de las Iglesias locales. Son elegidos por el Papa de una lista de 140 personas indicadas (y no elegidas) por las siete Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y la Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Orientales Católicas (20 por cada una de estas realidades eclesiales). Este miércoles 26 de abril desde el Sínodo enviaron una carta a las Conferencias Episcopales con la solicitud de elaborar las listas de nombres. Tienen plazo hasta fines de mayo para hacerlo.

Se pide que el 50% de estos miembros sean mujeres y que se valore también la presencia de jóvenes. Se tiene en cuenta no solo su cultura general y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, y su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal.

En tercer lugar, los representantes de los Dicasterios que participarán son los indicados por el Santo Padre.

Ecos de la Asamblea Sinodal
Ecos de la Asamblea Sinodal

No es una revolución

Al comentar estas modificaciones, los Purpurados aclararon que "no es una revolución, sino un cambio importante". Tras el coloquio, en declaraciones a los medios vaticanos, el Cardenal Hollerich, quien es arzobispo de Luxemburgo, precisó su reticencia a utilizar el término "revolución". Comentó que, si lee libros sobre la historia francesa, sobre la revolución, hay voces a favor, hay voces en contra, las revoluciones dividen, exigen víctimas. En cambio, "nosotros no queremos víctimas, queremos avanzar juntos".

Asimismo, Hollerich destacó que nos encontramos frente a un desafío mundial: la polarización, un individualismo cada vez más grande, en el que el consenso no existe más. Por tanto, según Hollerich, si la Iglesia encuentra una manera sinodal para gestionar las divergencias en comunión y caminar juntos, está prestando "un gran servicio" al mundo.

"El espacio en la tienda se está ampliando"

El Cardenal Hollerich, quien fue el primero en intervenir durante el encuentro, manifestó su alegría de tener a la Iglesia entera reunida en Roma para el próximo sínodo.

Luego, el Cardenal Grech expresó su satisfacción porque, retomando la imagen de la tienda que es el disparador del Documento Final para la Etapa Continental, dijo que el espacio en esta se está ensanchando.

Los Purpurados remarcaron que la participación de realidades eclesiales tan diversas en el sínodo asegura el diálogo existente entre la profecía del Pueblo de Dios y el discernimiento de los Pastores. Una circularidad que, según consideraron, se ha puesto de manifestación durante todo el proceso sinodal.

Ambos auguraron que estas novedades continuarán enriqueciendo el Sínodo, cuya naturaleza no cambió, insistieron, sigue siendo Sínodo de los Obispos, pero enriquecerá también a toda la Iglesia.

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