El Nuncio preside, junto a De las Heras y Avendaño, la Eucaristía inaugural Bernardito Auza: "La vida consagrada no es supervivencia, es vida nueva, es encuentro vivo de Dios con su pueblo"

El Nuncio abrió la Asamblea General de Confer
El Nuncio abrió la Asamblea General de Confer

'Rostros de luz', lema de la Asamblea General de CONFER que hoy arranca en el Espacio Maldonado de los jesuitas de Serrano

Auza reivindicó el papel de la vida consagrada, que hace "de su vida un sacrificio, como el del Señor en la cruz". "Nosotros creemos con la certeza de la fe que el Señor, y el Padre, nos ama. La historia de la vida consagrada es testimonio palpable de que los religiosos son los que han afirmado el amor y han vivido transcurriendo en sus vidas por el camino espiritual, como testigos de la oración de Jesús, que enseñan al mundo el rostro del padre"

Arranca la Asamblea General de CONFER. Los religiosos y religiosas españoles se reúnen en el Espacio Maldonado de los jesuitas, en el centro de Madrid, para "acoger nuevos retos", tal y como apuntó en la homilía de apertura el Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza.

Y es que la vida religiosa quiere, en estos días, tal y como apunta el lema de la Asamblea, ser 'Rostros de la luz' en mitad de una sociedad que cada vez está más alejada de lo trascendente, o de lo religioso. Frente a ello, Auza subrayó, desde la iglesia de San Francisco de Borja, la necesida de "ser testigos en el seno de la unidad".

Testigos de la unidad

"El religioso, lo más grande que tiene, es ser testigo de esa unidad filial de Jesús con el Padre", incidió el Nuncio, acompañado por el obispo de León y presidente de la Comisión de Vida Religiosa de la Conferencia Episcopal, Luis Ángel de las Heras, y por el obispo de Getafe, José María Avendaño.

"¡Qué abismo de bondad el de Dios!", destacó Auza, quien reivindicó la vigencia del Espíritu Santo como "núcleo de nuestra fe en la Santísima Trinidad". "El Espíritu Santo es amor en persona del Padre y el Hijo", añadió el representante del Papa en España, quien puso en contraste "la sabiduría del mundo y Cristo".

"El mundo no aprecia al pequeño, al que es capaz de negarse a sí mismo, afirmando la supremacía de Dios sobre todas las cosas", constató el Nuncio, quien lamentó que "el mundo se ama a sí mismo, se busca a sí mismo".

Misa de apertura de la Asamblea de Confer
Misa de apertura de la Asamblea de Confer

Frente a ello, Auza reivindicó el papel de la vida consagrada, que hace "de su vida un sacrificio, como el del Señor en la cruz". "Nosotros creemos con la certeza de la fe que el Señor, y el Padre, nos ama. La historia de la vida consagrada es testimonio palpable de que los religiosos son los que han afirmado el amor y han vivido transcurriendo en sus vidas por el camino espiritual, como testigos de la oración de Jesús, que enseñan al mundo el rostro del padre".

"La vida consagrada no es supervivencia, es vida nueva, es encuentro vivo de Dios con su pueblo", finalizó el Nuncio, quien invitó a "volver de manera incesante a la oración de Jesús en el Cenáculo", sin "buscar nunca el aplauso personal, sino que Dios sea el todo".

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