El asesor de Pastoral del CELAM y chiclayano, tras la audiencia con León XIV César Piscoya: "Cuidar a la familia, donde se aprende la fraternidad, es un problema público"

El saludo del Papa a los participantes en el encuentro sobre la vida y la familia
El saludo del Papa a los participantes en el encuentro sobre la vida y la familia

Este viernes, 19 de septiembre, con la audiencia con el Papa León XIV concluyó el "Encuentro Jubilar y Sinodal para el discernimiento esperanzador sobre el futuro de la Vida y la Familia", organizado por el CELAM en coordinación con otras instituciones de la Iglesia

César Piscoya del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM señaló que, “es necesario realizar un discernimiento esperanzador sobre el futuro de la Vida y la Familia, con el fin de responder a los difíciles desafíos"

(Vatican News).-“El Papa ha alentado a la familia a ser promotoras de vida, de esperanza, ayudados por el Espíritu para responder a los difíciles desafíos de nuestro tiempo”, lo dijo César Eduardo Piscoya Clafloque, Asesor del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM comentado las palabras que el Papa León XIV dirigió la mañana de este viernes, 19 de septiembre, a los participantes en el “Encuentro Jubilar y Sinodal para el discernimiento esperanzador sobre el futuro de la Vida y la Familia”, a quienes recibió en audiencia en la Sala del Consistorio del Vaticano.

En Vatican News dialogamos con el Asesor peruano sobre el Encuentro con el Santo Padre, pero sobre todo, sobre el desarrollo del Encuentro Jubilar y Sinodal sobre la Vida y la Familia que, del 17 al 19 de septiembre se ha desarrollado en el Instituto Teológico Juan Pablo II de Roma y que ha sido organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en coordinación con la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), la Pontificia Academia para la Vida (PAV), y con la colaboración del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Caritas América Latina y el Caribe, y la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR).

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-Como peruano, como chiclayano, ¿qué ha significado para ti volver a encontrar a Robert Prevost, el Papa León XIV?

-Lo primero que tengo que decir es que, ha sido un encuentro muy emocionante con Roberto, ahora León XIV, con quien he trabajado muchos años en la diócesis de Chiclayo. Nos consideramos amigos por la misma espiritualidad agustina que nos une. Me ha permitido vivir un momento de mucha emoción, no solamente afectiva, sino también espiritual. No es lo mismo haberme despedido de Roberto en noviembre del 2022 y reencontrarme con él ahora, como su Santidad León XIV y reconocer a él como este hombre que desde su humanidad nos ayuda a acercarnos a la Iglesia, que tiene como misión acompañar. Estoy muy emocionado, particularmente por el gesto final de haberse acercado, de haberme abrazado y que con su mirada y sus gestos me manifestó que sigue adelante, sigue sirviendo donde estás ahora en el CELAM.

La foto de grupo al final del Encuentro

-¿Cómo se ha desarrollado este Encuentro Jubilar y Sinodal sobre la Vida y la Familia y cuál era su finalidad?

-Este 19 de septiembre, hemos podido dar gracias a Dios porque hemos concluido el “Encuentro Jubilar y Sinodal para el discernimiento esperanzador sobre el futuro de la Vida y la Familia” que lo hemos celebrado desde el día 17. Hemos compartido este espacio, hemos logrado un mensaje no solamente latinoamericano, sino global, por la participación de Asia, de África y de hermanos y hermanas de otros continentes.

La familia de hoy y de mañana ha sido guiada por este espacio gracias al espíritu, reflexionando desde la doctrina lo que como cristianos para nosotros es importante. Hemos abordado complejas realidades de la periferia. La familia enfrenta desafíos grandes, lo hemos mencionado y muchas veces pende de un hilo. Se analizó la necesidad de estudiar a la familia como una institución de aprendizaje donde se reelabore aportes significativos para la doctrina social de la familia que produjera en la práctica argumentos y contestaciones significativas y válidas para la familia de hoy.

Además, este Encuentro buscó lograr un discernimiento que nos dé esperanza para el futuro de la familia no solamente a nivel regional o latinoamericano, sino más allá de nuestras fronteras. Ese discernimiento nos permitió realmente reconocer el estado de la vida y la familia en las periferias, descubrir o redescubrir que el extractivismo y el desempleo estructural de nuestro tiempo viene desafiando también al interior de la familia sus relaciones. Además, nos deja como gran problema de reconocer que la migración y el tráfico de personas hiere fundamentalmente a esa primera institución, como la denominaba Juan Pablo II, y a esa Iglesia doméstica que para nosotros hoy se muestra como un desafío.

-¿A qué conclusiones han llegado en este Encuentro?

-Este acontecimiento nos lleva a reafirmar que cuidar a la familia es un problema público, siendo cada uno de nosotros partícipes activos de este ejercicio en favor de sus derechos y la promoción del bien común de tantas familias nuestras. La familia la definimos como aquel lugar donde se debe aprender la fraternidad social ante la amenaza que desfigura este santuario, pues nos levantamos ante un clamor de resistencia inaplazable.

También, destacar la importancia del trabajo y el cuidado a partir de los esfuerzos que vamos haciendo juntos, esposos, esposas, vamos haciendo juntos los hijos que cada vez somos más conscientes que construimos la familia en la cotidianidad y fundamentalmente que junto con distintas organizaciones de Iglesia y de la sociedad civil vienen preocupándose por llevar adelante una respuesta que logre generar un encuentro en una experiencia de hogar donde se sostenga a partir de la esperanza y el sueño de una familia para este tiempo.

El saludo del Santo Padre a los participantes en el Encuentro

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