El Papa les agradece su ejemplo ante la adversidad Francisco, a las Clarisas que sobreviveron al terremoto de L'Aquila: "En esa noche perdieron todo, excepto a Dios y la fraternidad"

Francisco y las monjas Clarisas de L'Aquila
Francisco y las monjas Clarisas de L'Aquila

El devastador terremoto destruyó por completo su monasterio y la abadesa Madre Gemma Antonucci murió bajo los escombros y otras hermanas resultaron heridas

El pasado 9 de marzo las Clarisas volvieron al monasterio de Paganica, diez años después del terremoto. Ahora su comunidad florece, formada por doce monjas, todas jóvenes

Este es el mensaje que han dado al pueblo: "ante la tragedia hay que volver a empezar desde Dios y desde la solidaridad fraterna. Muchas gracias por esto"

(AICA).- "De un drama, partimos de nuevo, con Dios y espíritu de fraternidad", les dijo Francisco a las religiosas clarisas del monasterio de Paganica y les agradeció "ser una presencia orante y consoladora"

El Santo Padre Francisco recibió esta mañana a las hermanas Clarisas de Paganica, una aldea italiana situada en el centro de Italia, cuya comunidad y monasterio sufrieron las consecuencias del terrible terremoto que azotó la ciudad L'Aquila en 2009.

El devastador terremoto destruyó por completo su monasterio y la abadesa Madre Gemma Antonucci murió bajo los escombros y otras hermanas resultaron heridas. 

Recordando este trágico episodio, el papa Francisco aseguró ante las hermanas que “Dios las sacó fortalecidas de esa tragedia y, como el grano de trigo que debe morir para dar fruto, así fue también para su comunidad monástica”. 

“Ya que -añadió Francisco- aunque por un lado “experimentaron un gran dolor”, por otro “experimentaron el cuidado amoroso del Padre celestial y la solidaridad de tantas personas”.

Francisco y las monjas clarisas de L'Aquila
Francisco y las monjas clarisas de L'Aquila

“En esa noche perdieron todo, excepto a Dios y la fraternidad” les dijo el Papa, explicando que, a partir de estos dos puntos firmes, se pusieron de nuevo en marcha con valentía: 

“Al principio se instalaron en una estructura temporal y diez años después del terremoto, volvieron al monasterio, reconstruido y restaurado. Ahora su comunidad florece, formada por doce monjas, todas jóvenes. Este es el mensaje que han dado al pueblo: ante la tragedia hay que volver a empezar desde Dios y desde la solidaridad fraterna. Muchas gracias por esto”.

El Papa también las animó a que no se cansen de ser “una presencia orante y consoladora para apoyar a la población, muy probada por la terrible experiencia y todavía necesitada de consuelo y ánimo” y las pide que el ejemplo de la Beata Antonia “las ayude a ser siempre mujeres pobres y alegres por amor a Cristo pobre”.

Por último, Francisco las agradeció la visita, el apoyo que le dan en la oración, y en particular el regalo del cirio pascual para la capilla de la Casa Santa Marta, que ellas mismas decoraron. 

“A través de este símbolo de Cristo, la luz del mundo, están espiritualmente presente en las celebraciones que se realizan en esa capilla” concluyó el Papa.

El pasado 9 de marzo las Clarisas volvieron al monasterio de Paganica, diez años después del terremoto. Inicialmente habían pensado en trasladarse al monasterio de Pollenza, en la provincia de Macerata pero el deseo de volver a su hogar siempre fue fuerte. Se instalaron en una pequeña casa de madera y finalmente lograron la apertura del nuevo monasterio, en que luce en una vitrina esa Biblia encontrada 9 meses después del terremoto en medio de los escombros. 

Las hermanas pobres de Santa Chiara están en Paganica desde julio de 1997 tras el traslado desde el centro histórico de L'Aquila.

"Este es el mensaje que han dado al pueblo: ante la tragedia hay que volver a empezar desde Dios y desde la solidaridad fraterna. Muchas gracias por esto"

Saludo del Santo Padre Francisco a las Clarisas del monasterio Santa Clara de Paganica, L'Aquila

Lunes, 26 de abril de 202

Queridas hermanas:

Me complace daros la bienvenida y saludo de todo corazón a todas y a cada una de vosotras Os agradezco el apoyo que me dais con vuestras oraciones, y en particular el regalo del cirio pascual que habéis decorado para la capilla de la Casa Santa Marta. A través de este símbolo de Cristo, luz del mundo, estáis presentes espiritualmente en las celebraciones que se realizan en esa capilla.

Vuestra comunidad de Paganica, una localidad de L'Aquila, vivió la tragedia del terremoto de 2009, durante la cual vuestro monasterio quedó destruido, la abadesa Madre Gemma Antonucci murió bajo los escombros y otras hermanas resultaron heridas. Sin embargo, Dios os hizo salir fortalecidas de ese drama y, como el grano de trigo que debe morir para dar fruto, así fue también para vuestra comunidad monástica. Habéis experimentado un gran dolor, pero también el cuidado amoroso del Padre celestial y la solidaridad de tantas personas.

Aquella noche lo perdisteis todo, menos a Dios y la fraternidad. A partir de estos dos puntos firmes volvisteis a empezar con valentía. Al principio os instalasteis en una estructura provisional y, diez años después del terremoto, regresasteis al monasterio, reconstruido y restaurado. Ahora vuestra comunidad es floreciente, formada por doce monjas, todas jóvenes. Este es el mensaje que habéis dado a la gente: frente a la tragedia es necesario volver a empezar desde Dios y desde la solidaridad fraterna. Muchas gracias por esto.

Queridas hermanas, no os canséis de ser una presencia orante y consoladora para apoyar a la población, muy probada por la terrible experiencia y todavía necesitada de consuelo y ánimo. Que el ejemplo de la beata Antonia os ayude a ser siempre mujeres pobres y alegres por amor a Cristo pobre. Fieles al carisma recibido de santa Clara y san Francisco, responded con generosidad al deseo que Dios ha puesto en vuestros corazones, viviendo vuestra vida de mujeres consagradas en total adhesión al Evangelio.

Os doy las gracias por esta visita. Invoco sobre vuestro camino la luz y la fuerza del Espíritu Santo y os acompaño con la bendición apostólica que os imparto de corazón. Y, por favor, seguid rezando por mí y por toda la Iglesia. Gracias.


Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 26 de abril de 2021.

Clarisas

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