El Papa les pide "espíritu de humildad" y les recuerda que el protagonista "es el Espíritu" Francisco advierte a los agustinos descalzos: "Nunca os separéis de las raíces para ser modernos, es un suicidio"

Francisco, con los agustinos descalzos
Francisco, con los agustinos descalzos

"Para ser modernas, algunas personas piensan que es necesario desprenderse de las raíces. Y esta es la ruina, porque las raíces, la tradición, son la garantía del futuro"

"Este voto de humildad es una “llave”, una llave que abre el corazón de Dios y el corazón de los hombres. Y abre ante todo vuestros corazones para ser fieles al carisma original, para sentiros siempre discípulos-misioneros, disponibles a las llamadas de Dios"

"Nunca os separéis de las raíces para ser modernos, es un suicidio". El Papa recibió a los agustinos descalzos en una audiencia especial con motivo del Año del Carisma de la congregación. Arrancó Francisco bromeando con los distintos "carismas" suscitados por el de Hipona. "Hoy me encuentro con vosotros y mañana con vuestros hermanos de la Orden de San Agustín, hermanos, primos, amigos, enemigos, ¡nunca se sabe!"

"Aprecio en vosotros la alegría de ser agustinos", subrayó el Papa, destacando que San Agustín "es una de esas figuras que hacen sentir la fascinación de Dios, que llevan a Jesucristo, que llevan a la Palabra de Dios". "Es un gigante del pensamiento cristiano, pero el Señor también le dio la vocación y la misión de la fraternidad", recordó.

Agustín, abierto al pueblo de Dios

El de Hipona "no se cerró en el horizonte, si bien vasto, de su mente, sino que permaneció abierto al pueblo de Dios y a los hermanos y hermanas que compartían con él la vida comunitaria", dejando tras de sí una gran tradición religiosa. "Os animo a amar y a profundizar siempre de nuevo estas raíces ―ir a las raíces―, buscando sacar de ellas, en la oración y en el discernimiento comunitario", apuntó Bergoglio.

"Para ser modernas, algunas personas piensan que es necesario desprenderse de las raíces. Y esta es la ruina, porque las raíces, la tradición, son la garantía del futuro", señaló Francisco. La tradición que "no es un museo (...). Nunca os separéis de las raíces para ser modernos, es un suicidio".

Francisco, con el prior de los agustinos descalzos

Así, les invitó a trabajar "la oración y la penitencia" como base para el testimonio cristiano, que "en algunos contextos va completamente en contra de la corriente, pero que, acompañado de la humildad y de la caridad, sabe hablar al corazón de tantos hombres y mujeres, incluso en nuestro tiempo".

Pobreza y confianza

Ser agustinos “descalzos” expresa, recalcó el Papa, "la necesidad de pobreza, de desprendimiento, de confianza en la Divina Providencia". "El alma descalza, este es el carisma", añadió. "Una necesidad evangélica, que en ciertos momentos del camino de la Iglesia el Espíritu hace sentir con más fuerza. Y debemos estar siempre atentos y dóciles a la voz del Espíritu: ¡Él es el protagonista, él es el que hace crecer a la Iglesia!"

Nosotros no, él. El Espíritu Santo es el viento que sopla y hace avanzar a la Iglesia, con esa gran fuerza de evangelización

Francisco también quiso resaltar el cuarto voto de los agustinos, el de humildad. "Este voto de humildad es una “llave”, una llave que abre el corazón de Dios y el corazón de los hombres. Y abre ante todo vuestros corazones para ser fieles al carisma original, para sentiros siempre discípulos-misioneros, disponibles a las llamadas de Dios".

Audiencia papal a los agustinos descalzos

La humildad, abundó el Papa, "es algo que no se puede agarrar: se tiene o no se tiene, es un don. No se puede agarrar".

"El Espíritu sopla también en las velas de la Iglesia el viento de la misión ad gentes, y habéis sabido estar preparados para partir", concluyó el Papa, señalando que "vivimos en una época en la que la misión ad gentes se renueva, también a través de una crisis que queremos que sea de crecimiento, de fidelidad al mandato del Señor Resucitado, un mandato que conserva toda su fuerza y relevancia".

Queridos hermanos, recordando con gratitud vuestro camino, o mejor dicho, el camino que el Señor os ha hecho recorrer (cf. Dt 8,2), se comprende plenamente el significado de este “Año del Carisma”. No es algo autorreferencial ―no, no tiene que ser eso―, sino una comunidad viva que quiere caminar con el Cristo vivo, esto es lo que queréis: no es autorreferencial, sino voluntad de caminar en Cristo, Cristo vivo.

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