Las clarisas se niegan a dejar a entrar al representante de Iceta, comisario pontificio La Guardia Civil, obligada a intervenir en Belorado

Clarisas de Belorado
Clarisas de Belorado Captura

Las monjas cismáticas se niegan a recibir a los enviados del comisario pontificio, que buscaban hacer entrega de las "notificaciones pertinentes" sobre el proceso canónico y la interlocución con las religiosas mayores

La ex abadesa, sor Isabel, no quiso encontrarse con nadie, e informó que "excepto la Notario, los demás 'no eran bien recibidos' en el monasterio y que deberían abandonarlo, requiriendo la presencia de una patrulla de la Guardia Civil en el caso de negarse"

La Guardia Civil practicó "diligencias a prevención" y se entrevistaron con las religiosas

"La denuncia contra el Comisario Pontificio ante la Policía Nacional en Logroño, su posterior ratificación ante los juzgados de Burgos y el requerimiento de una patrulla de la Guardia Civil en Belorado, pueden interpretarse como gestos de hostilidad que manifiestan la nula intención de la comunidad de establecer cualquier diálogo con la persona designada por la Santa Sede y su equipo", señala la diócesis

Nuevo capítulo, y parece que no será el último, en el 'cisma' de Belorado, que parece destinado a empeorar. Así, este mediodía, en torno a las 14 horas, tal y como informa el Arzobispado de Burgos, "se han personado en el Monasterio de Santa Clara de Belorado, enviados por el Comisario Pontificio designado por la Santa Sede", sor Carmen, la secretaria de la Federación de Clarisas de Arántzazu, "con el fin de establecer alguna línea de diálogo e interlocución con las monjas, de modo particular con las más mayores"; Rodrigo Saiz, apoderado de Iceta, "para comunicar las facultades jurídicas que le competen sobre la administración de los monasterios"; y Carlos Azcona, notario de Burgos, "responsable de transmitir las notificaciones pertinentes de este Tribunal con respecto a la apertura del proceso canónico correspondiente a la declaración de abandono de la Iglesia católica", junto a una notario.

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Las religiosas cismáticas han recibido a las presentes desde el torno (Sor Belén), y después por sor Sión en el locutorio. La ex abadesa, sor Isabel, no quiso encontrarse con nadie, e informó que "excepto la Notario, los demás 'no eran bien recibidos' en el monasterio y que deberían abandonarlo, requiriendo la presencia de una patrulla de la Guardia Civil en el caso de negarse". En ese momento, la notario ha hecho entrega de los requerimientos pertinentes, mientras el notario del Arzobispado y la secretaria de la federación decidieron esperar fuera.

La madre Javier, junto al obispo Iceta
La madre Javier, junto al obispo Iceta Diócesis de Burgos

El apoderado de Iceta, mientras tanto, decidió esperar fuera del monasterio a la llegada de la Guardia Civil. En ese momento, los representantes del Arzobispado de Burgos hicieron valer ante la Benemérita "el derecho que le asiste como apoderado del Comisario Pontificio".

Tal y como sigue el relato de la diócesis, "se persona la patrulla y don Rodrigo se identifica y muestra la documentación que le acredita como apoderado del Comisario Pontificio". La patrulla indica que "se practicarán 'diligencias a prevención' y que, a continuación, se entrevistarán con las religiosas".

"La denuncia contra el Comisario Pontificio ante la Policía Nacional en Logroño, su posterior ratificación ante los juzgados de Burgos y el requerimiento de una patrulla de la Guardia Civil en Belorado, pueden interpretarse como gestos de hostilidad que manifiestan la nula intención de la comunidad de establecer cualquier diálogo con la persona designada por la Santa Sede y su equipo", finaliza el comunicado de Burgos. Aun así, culmina la diócesis, "el Comisario Pontificio mantiene su voluntad de tender puentes y de encontrar vías adecuadas para alcanzar una solución".

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