Aducen defectos de forma, al no ser una Asociación Pública de Fieles, sino "Privada" Los Heraldos del Evangelio se niegan a reconocer al comisario enviado por la Santa Sede

Heraldos del Evangelio
Heraldos del Evangelio

Su presidente, Felipe Eugenio Lecaros, adujo la "absoluta invalidez y completa ilegalidad" del decreto, firmado por la Congregación para la Vida Religiosa, y no por Laicos, Familia y Vida

La investigación ha dejado al descubierto una serie de carencias en el estilo de gobierno, la pastoral vocacional, la formación de nuevas vocaciones, la administración, la gestión de las obras y la gestión de los recursos

Los Heraldos del Evangelio no reconocen al cardenal Damasceno como visitador oficial enviado por el Vaticano, tras comprobarse ciertas sospechas de realizar exorcismos y maniobrar a espaldas del Papa Francisco. Y lo hacen aduciendo “razones de forma”, pues afirman ser una “Asociación Privada de Fieles” y no “Asociación Pública”, como al parecer aparecía en el escrito de la Congregación para la Vida Religiosa.

Le cerraron la puerta, prácticamente en la cara. El cardenal Damasceno Assis, arzobispo emérito de aparecida, y su asistente, el obispo auxiliar de Brasilia (José Aparecido Gonçalves de Almeida) acudieron el pasado 17 de octubre, acudieron a notificar el inicio del Comisariado, pero su presidente, Felipe Eugenio Lecaros se negó a darles paso, aduciendo “la absoluta invalidez y completa ilegalidad del mencionado Decreto en lo referente a los Heraldos del Evangelio, debido a los errores de base que contiene y que han generado graves ilegalidades canónicas y provocado su invalidez”.

“Nosotros los veneramos como obispos de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo y, como tales, son objeto de nuestra consideración. Pero debemos declarar que no reconocemos a Vuestra Eminencia en cuanto 'Comisario' de la Asociación Privada de Fieles Heraldos del Evangelio, de la que yo soy Presidente elegido legítimamente”, adujo Lecaros, quien insistió en que los Heraldos son una “Asociación Privada de Fieles”, y no pública, como afirma el decreto de intervención.

Heraldos del Evangelio

Al ser Asociación Privada, aduce, “no es pasiva de un comisariado”, y añade que “comisariar una Asociación Privada viola el derecho sagrado e inviolable que tienen los fieles de asociarse en la Iglesia, con sus propios estatutos y sus propias autoridades”.

El presidente de los Heraldos considera única institución competente al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y no a la congregación dirigida por Braz de Aviz. Pese a todo, el decreto cuenta con el aval del dicasterio de Farrel.

La respuesta de los comisarios fue la de anunciar un escrito a la Santa Sede para recibir indicaciones. En el fondo de la polémica, las acusaciones contra los Heraldos, que ellos mismos afirman no conocer. “Los Heraldos del Evangelio no han incurrido en ningún delito”, afirma su máximo responsable, quien denunció el linchamiento moral, “repleto de prejuicios antirreligiosos”, del que ha sido víctima la asociación.

Irregularidades en la gestión, exorcismos...

Sin embargo, lo cierto es que la asociación, reconocida por Juan Pablo II en 2001, estaba siendo investigada desde 2007 por presuntas irregularidades en su gestión y en la vida de algunos de sus miembros. En junio de ese mismo año la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica junto con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida realizaron una visita apostólica a la asociación de la que forman parte también la sociedad de vida clerical apostólica 'Virgo Flos Carmeli' y la sociedad de vida apostólica femenina 'Regina Virginum', ambas también intervenidas por la Santa Sede.

El fundador de los Heraldos

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