Emotivo punto final al Milenario de Montserrat Manel Gasch: "Un monasterio cristiano y benedictino puede enfrentarse al presente y seguir hablando para que el mundo lo entienda"
La última celebración, marcada por la música coral, símbolos de luz y el mensaje de esperanza del abad
| Flama
Quince meses después de haber comenzado, las celebraciones del Milenario de Montserrat llegaron el pasado lunes 8 de diciembre a su punto final en la basílica de Santa María, el mismo espacio donde se inauguraron en septiembre de 2024. El acto de clausura coincidió con las II Vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y con la interpretación del Te Deum del Milenario, en una ceremonia que quiso resumir la esencia espiritual, musical y comunitaria de la Abadía.
Las vísperas, cantadas según la tradición montserratina por la comunidad benedictina con la Escolanía y la Schola Cantorum, dieron paso a las palabras del abad Manel Gasch. En un discurso marcado por el agradecimiento, el abad subrayó la voluntad del monasterio de proyectar un mensaje de esperanza: “En un mundo complicado, queríamos ser positivos y hacer cosas. Confiar. Mostrar que un monasterio benedictino puede mirar el presente y seguir hablando para que el mundo lo entienda”, enfatizó el benedictino, antes de reivindicar la combinación de identidad e innovación que ha caracterizado al Milenario.
A continuación, se interpretó el Te Deum encargado al compositor Josep Ollé, una obra estructurada en 6 movimientos y dedicada a la Virgen de Montserrat, a la comunidad benedictina y a todos los peregrinos y visitantes que han encontrado acogida en el santuario. Bajo la dirección de Xavier Puig, la pieza reunió a un amplio conjunto musical: la Orquesta Sinfónica del Vallès, el Orfeó Català, la soprano Elionor Martínez, el tenor Ferran Mitjans, el organista Joan Seguí, la Escolanía y la Schola Cantorum.
La celebración continuó en el exterior, donde 24 focos proyectaron un abanico de luz visible más allá de la montaña. Un haz de luz rotatorio unió simbólicamente Montserrat con la Cordillera de Collserola y la Basílica de la Sagrada Familia, la futura torre de Jesucristo y el sueño arquitectónico de Gaudí. Paralelamente, varios proyectores dibujaron sobre las paredes de roca los elementos del lema del Milenario —“Ora, Lege, Labora, Rege te Ipsum, In Communitate”— con la intención de fijar su recuerdo para los siglos futuros.
Un balance de quince meses de transversalidad
Las cifras finales confirman que la ambición inicial del Milenario —hacer de Montserrat un espacio compartido por toda la sociedad— no solo se ha cumplido, sino que ha sido superada. Durante el período festivo se han celebrado 1.235 actos, muchos de ellos impulsados por entidades externas, abarcando ámbitos religiosos, culturales, académicos, sociales y musicales. En total, más de 620.000 personas han participado de manera directa en alguna de las actividades.
A esta participación presencial se suma el impacto digital: el canal de YouTube de la Abadía ha superado 1,6 millones de visualizaciones, y los contenidos difundidos en redes sociales han acumulado más de 14 millones de impresiones. El Milenario también ha tenido proyección internacional con exposiciones y actividades en Bruselas, París y Roma, donde el abad Gasch saludó al papa León XIV.
Con estos actos, la Abadía de Montserrat cierra la celebración de su primer milenio reivindicando la continuidad de su legado espiritual y cultural. Y lo hace, sobre todo, agradeciendo a todas las personas e instituciones que han contribuido a hacer de estos 15 meses una conmemoración que ha trascendido la montaña y ha llegado mucho más lejos del santuario.
Etiquetas