Les invita a "ser todos constructores, tejedores de fraternidad" El Papa, a los religiosos: "Hagan del Evangelio su vademécum y no lo reduzcan a ideología"

El Papa, con el Consejo Primacial de la Confederación de los canónigos regulares de San Agustín
El Papa, con el Consejo Primacial de la Confederación de los canónigos regulares de San Agustín Vatican Media

"Amar a Cristo significa amar a la Iglesia, su cuerpo. La vida consagrada nace en la Iglesia, crece con la Iglesia y fructifica como Iglesia. Es en la Iglesia, como nos enseña san Agustín, donde descubrimos al Cristo total"

"Buscad al Señor en el estudio y en la ordinaria. Buscadlo también en las realidades de nuestro tiempo, sabiendo que nada de lo humano puede sernos ajeno y que, libres de toda mundanidad, podemos animar el mundo con la levadura del Reino de Dios"

"Ser muy cuidadosos para preservarnos de la enfermedad de la autorreferencialidad y custodiar la comunión entre las diferentes Congregaciones"

Francisco recibió este viernes al Consejo Primacial de la Confederación de los canónigos regulares de San Agustín, a los que recordó que consagrarse a Dios significa hacer del Evangelio regla de vida, amar a Cristo y a la Iglesia que es su cuerpo. Pero también adaptándose a las circunstancias del tiempo, los lugares y las culturas. Y afirmó que las congregaciones no deben aislarse, sino vivir el presente abriéndose al futuro

La regla fundamental de la vida religiosa es el seguimiento de Cristo propuesto por el Evangelio. Tomar el Evangelio como norma de vida, hasta poder decir con San Pablo: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí", dijo el Santo Padre a los religiosos a los que recibió en la Biblioteca del Palacio Apostólico y les pidió que hagan del Evangelio su vademécum y que no lo reduzcan a ideología, para que permanezca siempre espíritu y vida.

El Papa, con los canónigos regulares de la Orden de San Agustín

El Evangelio nos recuerda continuamente que debemos situar a Cristo en el centro de nuestra vida y de nuestra misión. Esto nos devuelve al "primer amor", afirmó el Obispo de Roma.

“Y amar a Cristo significa amar a la Iglesia, su cuerpo. La vida consagrada nace en la Iglesia, crece con la Iglesia y fructifica como Iglesia. Es en la Iglesia, como nos enseña san Agustín, donde descubrimos al Cristo total”.

Buscar al Señor

Abordando más directamente los cánones regulares de San Agustín, el Papa recordó el anhelo humano de Dios descrito por el obispo de Hipona en las Confesiones y explicó que "Dios nos ha hecho para Él y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Él". Por eso los canónigos regulares se dedican principalmente a la "búsqueda constante y cotidiana del Señor". Ante todo, en la vida comunitaria, para que la koinonía, es decir, la comunión y la relación fraterna, haga de "todos constructores, tejedores de fraternidad".

Francisco aconsejó a los canónigos regulares de San Agustín “buscar al Señor en la lectura asidua de la Sagrada Escritura, en cuyas páginas resuenan Cristo y la Iglesia. Buscar al Señor en la liturgia, especialmente en la Eucaristía, cumbre de la vida cristiana, que significa y realiza la unidad de la Iglesia en la armonía de la caridad. Buscarlo en el estudio y en la ordinaria. Buscarlo también en las realidades de nuestro tiempo, sabiendo que nada de lo humano puede sernos ajeno y que, libres de toda mundanidad, podemos animar el mundo con la levadura del Reino de Dios”

El Papa agregó además que la búsqueda de Dios "presupone el camino de la interioridad, del conocimiento y del amor del Señor, en la escuela de San Agustín" y citó la invitación del obispo de Hipona a encontrarse en la propia interioridad – "No salir de ti mismo, entra constantemente en ti; la verdad habita en el hombre interior"– para explicar que allí "la luz del Maestro interior ilumina para nosotros las realidades temporales".

Más adelante el pontífice reiteró su consejo de “ser muy cuidadosos para preservarnos de la enfermedad de la autorreferencialidad y custodiar la comunión entre las diferentes Congregaciones” y los animó a practicar “la espiritualidad del encuentro para vivir la sinodalidad en la Iglesia”.

Oración con los agustinos

Adaptarse a las circunstancias del tiempo

Tras indicarles que la vida consagrada "debe adaptarse a las circunstancias del tiempo", el pontífice los animó también a ellos a adaptarse a los distintos lugares y culturas en los que están presentes, "siempre a la luz del Evangelio y del propio carisma".

Por último, el Papa exhortó a los canónigos regulares de San Agustín a revisar su carisma y a "reforzar la comunión de vida a ejemplo de la primitiva comunidad apostólica", "anticipación de la unión plena y definitiva en Dios y camino hacia ella".

Primero, Religión Digital

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