Esperanza Pilar Chagoya Mingüer SSpS: "En Casa Betania siempre tendremos necesidades" Casa Betania (Chiapas): 'Fui extranjero y me recibieron': Solo estamos de paso…

Casa Betania
Casa Betania

"Tengo la certeza que todo ser humano se pregunta en algún momento determinado de la vida respecto del sentido de existir"

"Casa Betania, Santa Martha, ubicado en el municipio de Salto de Agua, Chiapas-México, es un lugar por el cual transitan día a día cientos de migrantes. ha nacido con la finalidad dar alojamiento, alimento y algunos servicios de salud"

"La realidad migratoria que se palpa a cada momento es un claro ejemplo de que todos como seres humanos vamos de paso"

"Soy Misionera Sierva del Espíritu Santo; de profesión Odontóloga y Lic. En Derecho y Ciencias Sociales. Casa Betania 'Santa Martha' inició albergando a nuestros hermanos migrantes en las instalaciones de una capilla la de Santa Martha, el tren, llamado “la bestia”, pasaba a escasos metros de la capilla"

"Fui extranjero y me recibieron" Mc 35,25

Tengo la certeza que todo ser humano se pregunta en algún momento determinado de la vida respecto del sentido de existir, consciente o quizás inconscientemente cada persona desde su propia realidad llega a percatarse que vive en un planeta, un espacio, lugar u hogar llamado Tierra en el cual solo se está de paso. El cómo permanecer en este mundo es una tarea que a veces se palpa de manera individual y otras veces colectivamente, sin embargo, cada individuo aprender a vivir y por supuesto a sobrevivir ya sea mediante experiencias que pueden permanecer en un vaivén entre dichas y sufrimientos el reto será quizás mantener la balanza de lo que se vive para encontrar un equilibrio lo más justo posible, luchando constantemente para alcanzar un bienestar junto y equitativo, compartiendo experiencias con quienes nos toca encontrarnos en la vida, aunque solo sea de paso.

Julio Alfredo García Sánchez, SVD
Julio Alfredo García Sánchez, SVD

Casa Betania, Santa Martha, ubicado en el municipio de Salto de Agua, Chiapas-México, es un lugar por el cual transitan día a día cientos de migrantes tanto niños, adolescentes, jóvenes y adultos todos y cada uno de ellos salen de sus países (principalmente de Centroamérica) con la ilusión de llegar a los Estados Unidos pretendiente obtener una mejor calidad de vida de la cual carecen en sus países de origen.

Dicha casa ha nacido con la finalidad dar alojamiento, alimento y algunos servicios de salud como curaciones según las diferentes necesidades y condiciones en las que los migrantes llegan a este espacio sin fines de lucro. No obstante, la realidad migratoria que se palpa a cada momento es un claro ejemplo de que todos como seres humanos vamos de paso, algunos con un rumbo claro y otros descubriéndolo en el día a día según las propias vivencias, descubriendo un motivo para vivir y existir.

Es inevitable, reflejarse en la vida de quienes pasan por casa Betania, en ocasiones se respira en el aire una sensación de preocupación al percatarse que la asistencia que se brinda si bien no carece de un gran sentido humanitario, parecería que este valor en ocasiones no es suficiente, lo cual invita a quienes colaboran en esta casa a darse cuenta que no importa la religión que se practique; sin duda hay algo o “alguien” más superior a nuestras fuerzas humanas que hace ver la vulnerabilidad y fragilidad de nuestra humanidad, también se vislumbran ciertas satisfacciones y estas son las que ayudan a cada persona a aferrarse a un mundo, un lugar, un espacio, un tiempo que aunque no nos pertenece no debemos ni podemos ser ajenos en aprender a vivir, convivir y existir con otros y compartir incluso el dolor que se respira como en la historia de un hermano migrante, lo único que clama es vivir con justicia y dignidad.

Analógicamente el transitar de cada migrante en el día a día, sin importar las inclemencias del tiempo; es un recordar que todos y cada persona estamos de paso. Es necesario ser empáticos con cada migrante; para que cada acción y tarea que se realiza en casa Betania a favor de ellos ninguna ayuda se haga pequeña ni insignificante. La ayuda que cada persona ofrece tanto las organizaciones internacionales vinculadas a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a través del alto comisionado para refugiados “ACNUR”, Cruz Roja Internacional, Cruz Roja Mexicana, Hospitalidad y Solidaridad. También es importante señalar que las comunidades de pueblos originarios, donan los productos del campo, toda esta ayuda para sostener y seguir brindando apoyo al migrante en la medida que las posibilidades lo permitan.

Casa Betania
Casa Betania

Durante las diferentes tareas que se realizan a favor de los migrantes, no se puede esconder que sin dejar de ser una labor de gran nobleza, existe un riesgo latente, sin olvidar los peligros que cada migrante enfrenta en su caminar así como la vulnerabilidad a la que se enfrentan cada una de las personas que ahí colaboran al buscar siempre el bienestar y los derechos humanos de cada migrante.

Esta casa es la suma de muchas manos, muchos rostros, que si bien, para un mejor funcionamiento es necesario contar con algunos rostros propios tal como las congregaciones que ahora están al frente; las Misioneras Siervas del Espíritu Santo (SSpS), Misioneros del Verbo Divino (SVD) y un equipo de laicos comprometidos con esta noble labor. Al percibirse una suma de esfuerzos cabe citar una frase del fundador de tales congregaciones San Arnoldo Janssen: “Muchos rostros un solo corazón, un solo corazón muchos rostros”

Mi nombre: Esperanza Pilar Chagoya Mingüer SSpS

Originaria de la Ciudad de Oaxaca, Méx., soy Misionera Sierva del Espíritu Santo; de profesión Odontóloga y Lic. En Derecho y Ciencias Sociales.

A través de estas líneas quiero compartir de una manera breve lo que significó para mi el haber tenido la oportunidad de colaborar en la Casa Albergue para Migrantes Casa Betania “Santa Martha”, que se encuentra ubicada en Salto de Agua Chiapas.

A petición de nuestros co – hermanos del Verbo Divino, asumimos la dirección y administración de Casa Betania “Santa Martha” el 15 de diciembre de 2021, recibíamos la estafeta de las Hnas. Misioneras Franciscanas de María.

Para tener la experiencia fuimos enviadas tres Hermanas Siervas del Espíritu Santo, cada una asumiendo los servicios que son indispensables en Casa Betania.

Esperanza Pilar Chagoya Mingüer SSpS
Esperanza Pilar Chagoya Mingüer SSpS

Asumí la Dirección y la tarea de Paralegal, tarea que al inicio fue todo un reto, una nueva experiencia pastoral, para la cual era necesario estar muy atenta y sensible a las necesidades que día a día surgen en Casa Betania.

Un poquito de historia… 

Casa Betania “Santa Martha” inició albergando a nuestros hermanos migrantes en las instalaciones de una capilla la de Santa Martha,el tren, llamado “la bestia”, pasaba a escasos metros de la capilla.

Los migrantes empezaron a llegar cada vez más en número, sintiéndose seguros en las pequeñas instalaciones de la capilla, ante su presencia los vecinos juntos con las Hnas. Misioneras Franciscanas MIF, se organizaron y empezaron a proporcionarles la alimentación con ayuda de hombres y mujeres de buena voluntad que generosamente hacían sus donaciones en especie.

El flujo migratorio fue en aumento, las necesidades de igual manera, era necesario involucrarse en la construcción de algo mejor para ellos y ellas que venían cargando una serie de penurias, así fue.. la obra creció y hace cuatro años para ser exactos el 3 de marzo de 2022, cumplió Casa Beta “Santa Martha”, cuatro años con una infraestructura más o menos adecuada para atender a nuestros hnos. y hnas. Migrantes.

No se cuenta con unas instalaciones extraordinarias, pero es posible albergar por lo menos a 120 o hasta 150 personas de ser necesario. Es necesaria la ayuda para solventar los gastos que cada día van en aumento.

Por ser un albergue de tránsito, recibimos a nuestros hermanos y hermanas migrantes con un limite de tiempo en la estadía, se atienden las necesidades más urgentes, como son: alimentación, ofrecer un techo digno, dónde ellos puedan recuperar las fuerzas, después de haber caminado largas jornadas desde la salida de sus respectivos países de origen. También se les ofrece en la medida de nuestras posibilidades ropa, se curan sus heridas, el camino en ocasiones les causa daños físicos por las largas jornadas de caminata.

En cada rostro se puede apreciar el rostro sufriente de Cristo vivo, también cabe mencionar que en medio del sufrimiento de haber dejado todo atrás, esta presente la esperanza, la fortaleza, el esfuerzo y la confianza puesta en Dios.

Cabe mencionar que cada día se agudiza el calvario para todos ellos, las políticas migratorias que en casi nada los beneficia, son cada vez más duras, complicadas, aunado la inseguridad que se respira en territorio mexicano,

Casa Betania “Santa Martha”, ha albergado a lo largo de estos años a miles de hermanos y hermanas migrantes, diariamente se recibe un promedio de 120 a 70 migrantes. Las necesidades cada día crecen, se recibe ayuda de diferentes organizaciones como: ACNUR, Cruz Roja Mexicana, Cruz Roja Internacional, Hospitalidad y Solidaridad. FRAYBA, ADVENIAT, así como innumerables bienhechores que gracias a la gestión del Hno. Joaquín Mnich SVD, que han posible cubrir las necesidades alimentarias y de salud, como el cuidado de la infraestructura.

Casa Betania
Casa Betania

En Casa Betania siempre tendremos necesidades, rogamos al que provee que se cuente con la ayuda suficiente para seguir con esta noble tarea.

Me han preguntado cómo veo la atención de nuestros hermanos y hermanas migrantes: ante esta respuesta me atrevo a decir que es necesario tener un corazón bien puesto, firme, sensible, atento, el estar presente es de vital importancia, el servicio debe caracterizarse por una entrega a mi hermano – hermana que sufre. Desde mi llamado, de mi vocación como Sierva del Espíritu Santo, Dios Uno y Trino cada día me invita a servir desde el amor y la alegría, poniendo mi confianza en él que todo lo puede.

Concluyendo quiero hacer énfasis en la necesidad que se ha vuelto imperiosa de re – ver el porqué de la migración, que Dios nos grita a través de ellos y ellas, urge involucrarnos más como sociedad en lo político, incidir, visibilizar los atropellos a la dignidad de la persona, urge derribar las fronteras humanas y hacer posible otro mundo.

Agradezco su atención.

Hna. Esperanza Pilar Chagoya Mingüer SSpS.

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