Cuestiones previas:

A.- La palabra “diálogo” ya forma parte, con plenitud de significación, del lenguaje religioso; y ello no desde hace mucho, sino “desde ayer mismo”, pues “hasta ayer mismo”, la persecución inquisitorial y las amenazas fueron las maneras de conseguir adhesión, demasiadas veces, a los mandatos en la Iglesia. Y no quiero pensar que ese “diálogo” responda a lo que se llama “hacer de la necesidad virtud”, teniendo en cuenta la profunda crisis actual de los ordenamientos represivos en general, y particularmente del Canónico.

Otras palabras, procedentes de las ciencias políticas, siguen siendo inadecuadas, inapropiadas, para su empleo en el ámbito de lo religioso. Ese es el caso, a mi juicio, de las palabras “conservadurismo” y “progresismo”. 

Leyendo intervenciones de anteriores Jornadas de Teología en Compostela (por ejemplo, la 3ª y la 12ª) se constata el frecuente empleo de la palabra “diálogo”; pero en las Jornadas de 2023, concluidas esta misma semana, el “diálogo” tuvo importancia nuclear y de manera multidireccional.

En las XII Jornadas, José Luis Cabria Ortega dijo: “Dialogar no es aceptar sin más la palabra de otro, como si de una rendición de pensamiento y voluntad se tratara; no se trata de entender el diálogo sólo como dialéctica y apologética, pero tampoco como abdicación y renuncia”. 

Al “diálogo” se refirió  el Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Prieto en su importante y sugerente saludo a los asistentes, tal como ya escribí en la 1ª Parte. 

Dijo, con trascripción literal de la importante salutación grabada, lo siguiente: “Permitidme solamente este final: cuando se pretenda dialogar, no podemos olvidar que la palabra tiene dirección; no se trata solamente de que uno hable como un loro y el otro escuche como un espantapájaros. Hablar no es sólo hablar de algo y de alguien, es siempre hablar a alguien. Sin previa escucha, sin atención a la persona a la que hablo, por mucho que argumente verdades, simplemente ni hablo ni digo, seríamos como apisonadoras. No podemos olvidar que el dialogo tiene un fin, la verdad, no el consenso, la verdad, y se desarrolla como tarea argumental con una razón que debe saber ensanchar sus límites porque la experimentación ciertamente no es la única verificación”.

“Trabajando juntos por un mundo mejor” se titularon las Jornadas de Teología del año 2023, lo cual pre/supone un diálogo continuo. Los conferenciantes reiteraron la necesidad de dialogo entre los científicos y los teólogos. Y no sólo conferenciaron hombres, también una mujer, Carmen Díaz Ruiz, diálogo importante, también, entre hombres y mujeres. Finalmente quiero subrayar el diálogo entre los conferenciantes y público asistente, mediante unas “mesas redondas”, facilitando que se hicieran públicas las opiniones de los participantes.

B.- El Codex reitera que el Obispo de Roma es el Romano Pontifice, oficio primacial, Sucesor de San Pedro y Cabeza (Summus Pontifex) del Colegio Episcopal. Es decir, que el Obispo de Roma, el único Summus, es “constructor de puentes”, y eso mismo, pontífices, han de ser los demás obispos territoriales. De tal modo que los obispos que “no construyan puentes”, que no dialoguen, son un estorbo y antítesis de su función sacramental. Y aquí, surgen dos problemas:

a.- El instinto de conservación causa distorsiones, y muy pocos son conscientes de su inhabilidad para ejercer el ministerio episcopal, que no debe ser de carácter vitalicio. Lo más humano, también fatuo, es pensar que todo lo que se hace, está bien y es estupendo. Pues no. 

b.- No es fácil tener que cambiar de residencia: pasar, por emérito, de habitar un palacio a ocupar una modesta y reducida habitación en una residencia sacerdotal. Y como manifesté recientemente a un alto clérigo, en las paredes vacías de las residencias se ve mejor al Cristo crucificado que entre los oropeles palaciegos. Es natural que eso y otras razones hagan que “mantenerse” en los cargos sea razón humana prioritaria. ¿Y cómo viven, en “colmenas ruidosas, los del “pueblo fiel”, teniendo que pagar con tiempo vitalicio las hipotecas? ¡Qué líos Y qué escandaleras  se organizan en las diócesis con las “reubicaciones” de los eméritos! ¿Las deberemos denunciar?

c.- Los obispos que, en sus sedes, no son facilitadores de diálogos, sino de lo contrario, han de abandonar su Ministerio, sin esperar al 75 aniversario.

II.- Las conferencias en las Jornadas del año 2023

1ª.- Conferencia del sacerdote y teólogo don Andrés Torres Queiruga, titulada: “Repensar la relación entre teología y ciencia en la actualidad”.

Torres Queiruga inició la expectante conferencia destacando que entre las ciencias y la teología no puede haber conflicto, si cada una mantiene su especificidad y peculiaridades, pudiendo así convivir y ayudarse. Se refirió al número 36 de la Constituciónconciliar Gaudium et Spes, donde se reconoce y se proclama solemnemente la autonomía del mundo (“Justa autonomía de las realidades terrenas”). Lamentó la soberbia pasada de científicos y religiosos que hicieron posible la belicosidad y no la cooperación entre unos y otros. Destacó que la Teología es también un modo de la razón humana sobre Dios, de “mente y corazón humanos”, que “nace del hombre”.

Abordó los principales atributos del Dios-Creador/Criador, omnipotente y de bondad infinita, que “no nos abandona”, siendo todo lo que somos gracias a ÉL: co-Creadores y colaboradores en la obra de la Salvación. Una Creación que es permanente y continua, siendo objeto de la Teología también la manera de relación entre ese Dios creador y los humanos.

La radicalidad de los atributos divinos, su enumeración muy ortodoxa, a mi juicio y responsabilidad, obliga al teólogo Torres a “matizar” aspectos tan esenciales como el de la presencia del mal, los milagros y las tradicionales oraciones de petición, que, no negados en absoluto, han de requerir una nueva formalización. Eso último, en detalle, así como los temas de la Revelación y Resurrección, por su trascendencia e importancia, con humildad y prudencia, hemos de remitirnos a la publicación oficial de la conferencia, debidamente autorizada por su autor.

2ª.- Conferencia, titulada “Experiencia de imnvestigación científica: umbral de la experiencia cristiana”, a cargode la profesora, doña Carmen Díaz Ruiz, profesora titular del Departamento de Ciencias Morfológicas de la Universidad de Santiago de Compostela y religiosa del Sagrado Corazón de Jesús.

La profesora Díaz inició su brillante conferencia reflexionando sobre el oficio de investigar, que permite identificar como dos procesos de direcciones inversas, aparentemente, aunque encontrados. El primero, señaló, al acercarse a la realidad para conocerla, entenderla o devolverla a la normalidad en caso de enfermedad (v.g. imágenes a través del microscopio), requiere mucha observación, silencios y hasta la obscuridad de la habitación en la que se investiga.

El segundo proceso, añadió, de dirección inversa al primero, sucede cuando la belleza de la realidad sorprende y causa admiración al investigador. En todo lo relacional, dijo, se puede descubrir nuestro propio ser relacional, “que todo y todos somos más que nosotros mismos”. Hay una realidad que nos trasciende, surgiendo el Dios, amante de la humanidad y Creador. Concluyó Carmen Díaz afirmando que en aquel encuentro relacional se puede designar como el encuentro con la persona de Jesucristo, con ayuda de la experiencia cristiana y del diálogo con la Teología.

3ª.- Conferencia del catedrático emérito de Física, Carlos Pajares Vales, titulada “Encuentros y desencuentros entre ciencia y religión”.

Comenzó destacando los conflictos históricos entre Ciencia y Religión, empezando con Galileo y terminado con la Encíclica Laudato Sí (número 81) del papa Francisco; en referencia a Darwin, señaló que los procesos evolutivos no tienen necesariamente que negar a Dios. Puntos muy interesantes de la conferencia fueron la explicación del llamado “Principio antrópico”, los límites de la Ciencia, las relaciones entre Ciencia y Revelación; Evolución y Emergencias. Apuntó el conferenciante que se habla mucha más de desencuentros entre Ciencia y Religión que de los encuentros entre ambas.

Fue muy importante la afirmación del científico conferenciante de que la Física le llevó a Dios, y siendo creyente por muchas razones, también por la Física.

4ª.- Conferencia del joven jesuita y profesor de la Universidad de Comillas, Ingeniero de Montes y Teólogo, Director de la Revista Razón y Fe, Jaime Tatay Nieto, titulada “La sostenibilidad como nuevo foro de diálogo entre las ciencias y las religiones”.

Termino aquí esta 2ª parte, ya muy extensa, dejando para la siguiente o 3ª el comentario a esta muy importante conferencia sobre la sostenibilidad, al plantearse temas de gran calado y de conflicto, expectantes ante la anunciada nueva Encíclica papal o segunda Laudato Si.

Continuará