Lo sagrado, lo profano y lo cristiano La liturgia, asunto de clérigos y laicos (IV)

Liturgia
Liturgia

"Señaló Agamben que 'Opus Dei', tal como explica en su libro del mismo nombre, era la manera de designar la Liturgia, en la Iglesia latina, a partir del siglo VI"

"Interesa aquí señalar la separación o dualidad desde la óptica cristiana. Para ello, lo mejor es seguir el pensamiento del dominico P. Congar en el texto Situación de lo 'sagrado' en régimen cristiano (lo 'sagrado' y lo 'profano' en la economía evangélica)"

"El fraile dominico indicó el modo por el que Jesucristo borró, para el futuro, toda línea de división entre el supuesto 'sagrado' y el pretendido 'profano'"

"Y muy importante: Si el cristianismo hizo desaparecer una dualidad, lo sagrado y lo profano, hizo aparecer una dualidad esencial: Dios y el hombre. Cristo, a través de la Litúrgia, acerca el hombre a él mismo y al Padre"

"Fue de esfuerzo en partes anteriores no hacer referencias al magisterio interesante del Papa Francisco sobre ciertas cuestiones litúrgicas. Tal fue el caso del transito del 'yo' al 'nosotros', como también sobre el pensamiento litúrgico de Romano Guardini"

Se destacó la importancia de la Litúrgica en la 3ª parte, al comenzar así: “No siendo la prioridad de Giorgio Agamben lo religioso o litúrgico, sino lo político (filósofo político) en diálogo con Carl Schmitt, señaló Agamben que “Opus Dei”, tal como explica en su libro del mismo nombre, era la manera de designar la Liturgia, en la Iglesia latina, a partir del siglo VI”. Y añado ahora que leiturgia (griego clásico) significó “servicio público”. Lo sagrado de la Religión tiene en la Liturgia una mayor cercanía a Dios; denominada, precisamente, en el Catolicismo, Sagrada Liturgia, que se componen de un conjunto de ritos de proximidad a lo sagrado.

I.- Lo sagrado, lo profano y lo cristiano

Más que profundizar en las aportaciones desde la naciente sociología (Durkheim) al fenómeno religioso, con la radical separación, categórica, entre lo sagrado y lo profano, interesa aquí señalar la separación o dualidad desde la óptica cristiana. Acaso para redactar una obra extensa fuera interesante el pensamiento civil sobre lo religioso, empezando por Durkheim (1858-1917) y continuando con otros autores más contemporáneos, de la escuela francesa, tales como Roger Caillois, fallecido en 1978, autor de L´homme et le sacré; Marc Augé, fallecido hace unos días, autor de Génie du paganisme, y de Jean-Pierre Dupuy, aún vivo y autor de La marque du sacré.

Libros
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Declaro mi interés por los tres últimos autores, anotando que el primero (Caillois), cuya sillón en la Academia francesa lo ocupó, a su fallecimiento, la belga Marguerite Yourcenar, hizo que el argentino Borges fuera conocido en Europa. Me interesa ahora, como dije, la dualidad religiosa de lo sagrado y profano en el Cristianismo. Para ello, lo mejor es seguir el pensamiento del dominico P. Congar en el texto Situación de lo “sagrado” en régimen cristiano (“lo “sagrado” y lo “profano” en la economía evangélica”). . 


No dudo que se conoce la aportación a la Teología del P. Yves Congar; en cualquier caso recuerdo la anécdota que José Luis Martín Descalzo cuenta en su libro Un periodista en el Concilio (2ª etapa, 1965, página 158):“No hace muchos días que el Papa (Pablo VI) confesaba al maestro general de los dominicos que buena parte de las ideas que tenía sobre el Concilio se las debía al Padre Congar”.

El fraile dominico indicó el modo por el que Jesucristo borró, para el futuro, toda línea de división entre el supuesto “sagrado” y el pretendido “profano”, pues todo, en el Cristianismo se centra en Cristo y remite a él, lo mismo tratándose de personas que lugares y cosas. Lo que eliminó, en realidad, el Cristianismo –añade Congar- fue la categoría de lo profano, más que la categoría de lo sagrado. Y afirmó que se rasgó el cortinón que cerraba la entrada al Santuario, quedando abierto a todos los lugares santos y derrumbándose la valla de separación que mantenía a los gentiles apartados del recinto sagrado. Y aquí es de recordar que la palabra profanum fue el espacio situado delante del templo, ya en el exterior, para los gentiles.

"Se rasgó el cortinón que cerraba la entrada al Santuario, quedando abierto a todos los lugares santos y derrumbándose la valla de separación que mantenía a los gentiles apartados del recinto sagrado"

Cerradura
Cerradura

Y escribió Congar: “Cuando el Evangelio derriba la muralla de lo sagrado es porque al mismo tiempo elimina la categoría de lo profano: en adelante todos encuentran en Jesucristo pleno acceso a Dios. Ahora –AÑADE- es sagrada toda la vida de los fieles, con la excepción única de parte de vida profanada por el pecado. Este es el sentido –continua- del Sermón de la Montaña, en el que Cristo abatió el muro de separación que incomunicaba la parcelita sagrada del comportamiento religioso con la conducta total del hombre.

"Cristo abatió el muro de separación que incomunicaba la parcelita sagrada del comportamiento religioso con la conducta total del hombre"

El mismo Congar (O.P.), siendo todo sagrado, no excluye, de ninguna manera, los específicos signos sagrados; por ejemplo, analiza la presencia de Cristo, sus actos, en el Templo de Jerusalén. Signos sagrados a los que Romano Guardini, como dijimos en la 3ª Parte, dedicó un libro, editado por el Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona (2022).

Y muy importante: si el cristianismo hizo desaparecer una dualidad, lo sagrado y lo profano, hizo aparecer una dualidad esencial: Dios y el hombre. Cristo, a través de la Litúrgia, acerca el hombre a él mismo y al Padre.

"Si el cristianismo hizo desaparecer una dualidad, lo sagrado y lo profano, hizo aparecer una dualidad esencial: Dios y el hombre. Cristo, a través de la Litúrgia, acerca el hombre a él mismo y al Padre"

II.- Dos signos sagrados, entre otros muchos

Entre los numerosos signos cristianos, Romano Guardini señala el “espacio sagrado”, y no señala “la custodia” –escribe del cáliz y la patena-, la cual, en ceremonias sacramentales sostiene el Corpus Christi a efectos de adoración. Y explicaré la razón artística de esa, mi elección (la de “la Custodia”). André Maurois, en la biografía de Alain, se preguntó: “¿Es posible evocar las imágenes sin la presencia de los signos? Alain no lo cree”.

A.- El espacio sagrado

La Liturgia recoge las dos dimensiones cualitativas, claves filosóficas de la realidad humana, formas de nuestra sensibilidad: el espacio y el tiempo que, por ser litúrgicos ambos, son también sagrados. Al espacio sagrado, esencialmente templo, apenas se refiere el Concilio Vaticano II, siendo muy abundantes, de segundos niveles, las normas vaticanas sobre requisitos y características de su construcción. Y una construcción, la de los templos, que por ser espacio sagrado y sacramental, debe en cada elemento de su construcción -son muchos- facilitar la representación del Misterio, en los dos sitios principales, el de la Palabra y el de la Eucaristía.

Pasaron ya los tiempos en que los templos era rectangulares, con separación radical entre lo de los sacerdotes, a modo de escenario o espectáculo de teatro, y la bancada de los fieles espectadores. Se ignoraba entonces, la división entre un sacerdocio ministerial y otro bautismal, siendo ahora todos concelebrantes. No es hoy admisible el protagonismo litúrgico, exclusivo, de sacerdotes u obispos, poniéndose y quitándose éstos la mitra sin parar, una y otra vez. “Teatro grandioso en el ara”, que escribiera Umbral.

Es llamativo observar en templos de Congregaciones religiosas, como la regla y el espíritu del fundador, influyen en la arquitectura. La amplitud del templo dominicano, por ejemplo, para que la predicación sea bien escuchada, no tiene nada que ver con el barroco y la imaginería jesuítica en sus templos. Por lo dicho más arriba es muy importante la luz, las vidrieras, las columnas y los demás elementos para hacer llegar a todos la trascendencia en sitio sagrado.

Leyendo a Romano Guardini, hijo de madre corsa como fue Napoleón, supimos que las iglesias se construyen mirando a oriente, con el eje mayor de oeste a este, siendo tres las direcciones: la primera, la del Sol naciente que es Cristo; la segunda, de norte a sur, donde la oscuridad busca la luz que brilla en la palabra divina; y la tercera o vertical, la de las ansias, oraciones y ofrendas del alma, que de lo profundo suben al trono del Altísimo.

El arzobispo de Valladolid sostiene la Custodia desde 70 metros de altura
El arzobispo de Valladolid sostiene la Custodia desde 70 metros de altura

B.- La Custodia

Y si menciono la Custodia en cuanto signo sagrado, para adoración del Santísimo, es entre otras razones, por la brillante descripción del escritor Sánchez Ferlosio. Éste, en un artículo publicado en El País, el 22 de abril de 2006, titulado Juan Pablo II escribió: “El expositor, o sea “la custodia” era una mayor o menor aureola circular, elaborada con labores de fina orfebrería y más o menos valiosas gemas engastadas, que remataba en rayos de oro como imitando el sol. Las custodias, que son seguramente las piezas más valiosas de la joyería litúrgica, algunas son especialmente famosas por su lujo, arte y tamaño como la de Toledo”.

Acaso no haya sido casual, y pareció, acaso erróneamente, poco serio, que el mismo escritor S.F. haya escrito Altos Estudios Eclesiásticos” (Editorial Debate).

III.- Magisterio del Papa Francisco en materia litúrgica:

Fue de esfuerzo en partes anteriores no hacer referencias al magisterio interesante del Papa Francisco sobre ciertas cuestiones litúrgicas. Tal fue el caso del transito del “yo” al “nosotros”, como también sobre el pensamiento litúrgico de Romano Guardini.

En la siguiente y última parte, escribiremos de ese Magisterio, muy bien desarrollado en el libro de Gonzalo Guzmán Karadima, del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona. Señalo que por estar editado ese libro a principios del año 2022, no pudo incluir, para su examen, la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium y sobre todo, la interesante Desiderio Desideravi, Carta Apostólica, sobre la formación litúrgica del Pueblo de Dios.

Y a modo de provocación, se hará referencia a unas declaraciones realizadas por el cardenal Carlo Cafarra, ya fallecido y que fue arzobispo de Ferrara y Bolonia, y muy opuesto al Papa Francisco. Sus litúrgicas palabras están en un libro de entrevistas, titulado Crónica de las ideas, de ediciones “Encuentro” en 2001, siendo la primera entrevista la del francés Jean Guitton y la última la del también francés René Huyghe.

Libro

IV.- Y para finalizar

A.- Anoto que, para bien entender la singularidad del cristianismo en torno a lo sagrado y lo profano, sería de gran utilidad conocer las reflexiones que, sobre “la religión cívica en Roma”, realizó el historiador John Scheid.

B.- El pasado domingo, 13 de Agosto, en la Plaza de REGLA, en León, colgado en un edificio había un cartel anunciador de la XXII Semana de Pastoral. Leí que estaba organizada por la Diócesis de León y el Colegio Marista San José, conteniendo el siguiente texto: “No temas, pequeño rebaño”. Leyenda lamentable a tenor de lo escrito en el final de la 3ª Parte.

C.- Anuncio que en breves días se publicará aquí, la última (5ª parte), y siempre antes del desplazamiento a Santiago de Compostela para asistir, a principios de septiembre, a las siempre importantes jornadas teológicas del ITC.

Continuará.

Semana de Pastoral
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