“Y les digo a los cristianos: “¿Por qué, poseyendo el proyecto del reino de los cielos, con la fe en Cristo rey y resucitado, se hacen esclavos de ideologías de la tierra? ¿Por qué creen que lo cristiano vale menos que lo político? ¿Por qué no tienen ustedes la audacia de dar un sentido cristiano también a la organización política donde ustedes pertenecen?  ¿Por qué han de ser esclavos de los otros? ¿Por qué han de perder ustedes su liderazgo que Cristo lleva por delante? ¿Por qué han se someterse a los yugos? ¡No se humillen! ¡Dicen que son liberadores y son esclavos! ¿Dicen que trabajan por reivindicaciones y se dejan ustedes subyugar? El cristiano es el más rebelde que existe porque no se somete a ninguna ideología de la tierra, porque posee la gran Libertad del Liberador Jesucristo.”

En este domingo de Pascua podemos reflexionar con Monseñor Romero acerca de una de sus preguntas, por cierto, muy actuales: ¿Por qué no tienen ustedes la audacia de dar un sentido cristiano también a la organización política donde ustedes pertenecen?   Es la pregunta: ¿En qué se nota que una persona es cristiana en las organizaciones sociales, gremiales y políticas?  ¿Se observa en esas organizaciones la diferencias entre las personas cristianas y las que no son cristianas o no viven su fe de manera consciente?  ¿Se detecta (con facilidad) quienes son cristianos/as y quienes no en la asamblea legislativa, en el gobierno o en los consejos municipales? 

Leyendo y reflexionando esta cita de la homilía pascual de Monseñor ya está bien claro que el ser cristiano no es medido con la asistencia regular al culto religioso, sino en el actuar, en la praxis diaria, también la práctica política.  Creer en Jesús como Mesías, Enviado del Padre, creer en su resurrección no es un asunto de asistir a algunas actividades de semana santa.  Habrá que ver como actuamos en la vida diaria: ¿Estamos hablando y actuando como Jesús?  ¿Nos dejamos iluminar por el Espíritu de Jesús o por el planteamiento ideológico del partido o por las opiniones (directrices) de los líderes del partido o de las organizaciones sociales?

La crítica de Monseñor es muy fuerte: ¡Dicen que son liberadores y son esclavos! ¿Dicen que trabajan por reivindicaciones y se dejan ustedes subyugar?  Si las y los cristianos no somos diferentes a las y los no cristianos (o de creyentes solo de nombre), ¿de qué nos sirve?  Nos toca ser sal, luz, fermento en las organizaciones del pueblo, para que caminemos en los procesos de liberación y para que no seamos esclavos.   Muchas veces nuestra fe se ha quedado en lo infantil, en lo tradicional – cultural, en lo ritual, sin habernos transformado en seguidores/as reales de Jesús. 

¿Qué nos hace falta para que de verdad seamos las y los más rebeldes, como lo menciona Monseñor? Esta rebeldía tiene que ver con nuestra oposición a la imposición de ideologías, oposición al “a tus órdenes comandante”, o “dirección nacional, ordene”, oposición al verticalismo en las organizaciones.  Esta rebeldía evangélica debería expresarse en primer lugar en otra manera de vivir y de actuar, en nuestras opciones de vida, en nuestras prioridades diarias, en nuestro quehacer, en nuestra manera de relacionarnos en la familia, en la colonia, en el trabajo.   ¿Alguna vez alguien nos ha preguntado extrañado  ¿Por qué actuamos de esta manera?

Jesús ha sido un rebelde de Dios frente al sistema económico, político y religioso de su tiempo.   Por eso ha sido eliminado por órdenes de los líderes del sistema.  Monseñor ha sido ese rebelde salvadoreño que se enfrentó con el sistema para dar esperanza al pueblo.  Tenemos que vigilar para que su santidad institucional no haga desaparecer su la rebeldía evangélica.  Porque sus preguntas en la cita que comentamos hoy, domingo de resurrección, nos pide que seamos esos rebeldes, viviendo una práctica diferente, con ojos y oídos abiertos, iluminados por la Luz de Jesús, el verdadero Liberador.  Ser creyente cristiano auténtico es vivir transparente a Jesús, es vivir con una tremenda libertad (que solo Dios, Madre y Padre, nos da) para ser rebeldes ante toda expresión de cualquier sistema dominante: organizativo, político, gremial, eclesial,…  Esta rebeldía nos exige también grandes esfuerzos por construir alternativas, por generar propuestas, por animar a la gente a organizarse para transformar la realidad.

Nuestra fe en Jesús, en la medida que vayamos conociendo mejor y arriesgándonos más a su manera de actuar, nos hace libres para dar testimonio, para ser esos

Reflexión para el domingo 31 de marzo de 2024  (originalmente escrito como reflexión para el domingo 4 de abril de 2021).  Homilía del Domingo de Resurrección. 15 de abril de 1979. Homilías de Monseñor Oscar A Romero. Tomo IV- Ciclo B, UCA editores. P.405-406