Un solo rebaño y un solo pastor.

“Ya he dicho que la Iglesia no es un imperialismo. Pero sí, es una verdad que va a difundir su verdad en el mundo cundo el mundo vea que los cristianos   somos una sola cosa; y si hay estorbos para la evangelización del mundo, uno de los estorbos más grandes lo estamos dando nosotros, queridos hermanos protestantes, y ustedes católicos, que tienen también divisiones.  La división en la Iglesia, la división de las sectas protestantes, eso es lo que estorba a ese reinado de Cristo. Y por eso pedimos, y yo sé que ustedes también, queridos hermanos protestantes piden aquella sublime oración de Cristo: “Padre, que los que creen en mi sean una sola cosa, para que el mundo crea que tú me has enviado.”   Y es entonces cuando habrá conversión en la intimidad de cada corazón, cuando no profesemos un cristianismo interesado.” 

Al celebrar en tiempo pascual el domingo del buen pastor que cuida de su rebaño, Monseñor Romero nos recuerda unos de los estorbos más grandes para la evangelización del mundo: la división en las diferentes corrientes cristianas, las divisiones entre la iglesias, y las divisiones (incomprensiones, críticas, rechazos,..) al interior de la misma iglesia católica romana.  A pesar de la oración común por la unidad de los cristianos, a pesar de la semana anual (entre 18 – 25 de enero) de oración por la unidad de las iglesias, aún estamos muy lejos.  El mundo no puede captar el mensaje de vida del Evangelio si entre las y los cristianos nos peleamos y no nos unimos en lo fundamental.

Da alegría y esperanza ver como varias Iglesias se unen en la defensa de y la lucha por aspectos fundamentales de la vida del pueblo. No bastan pronunciamientos aislados de una u otra Iglesia. Tampoco bastan discursos de las autoridades eclesiales si las bases de las iglesias no asumen los mismos compromisos.  Temas de los derechos al agua, a la alimentación, salud y educación como derechos fundamentales a respetar para todos y todas, la justicia y la verdad, salarios y pensiones dignos están uniendo a las iglesias.  Lo vemos también en la defensa de los derechos de los migrantes y en la lucha contra la minería.  Son los signos del Reino de Dios donde Iglesias están haciendo pasos importantes al pronunciarse como una sola voz profética.  Sin embargo a nivel del pueblo observamos como las iglesias (en todas sus diferencias) han sido y siguen siendo causa de división del pueblo a nivel de sus comunidades y organizaciones populares. 

Monseñor se atreve a mencionar el concepto, la acusación de “un cristianismo interesado”.  Lo entendemos como una vivencia o expresión eclesial que responde mucho más a intereses “mundanos” de poder, de influencia, de fuente de ingreso, especialmente transformando la vida de quienes deberían ser los pastores fieles del pueblo, en vida de bienestar y lujos alejados del rebaño.  De ahí que cada iglesia, cada pastor va a defender los intereses de su iglesia (y escondiendo los intereses propios) perdiendo así la oportunidad de ser fermento de unidad de las y los cristianos para la construcción del Reino de Dios.

Nos alegró mucho que la coordinación entre nuestras 4  CEBs se ha llamado “Movimiento Ecuménico de CEBs” y que la CEB que hace casi cinco años nació en la Colonia la Fosa se llama Comunidad Ecuménica de Base “La Fosa”, una comunidad abierta. Recordemos que en su última misa en catedral Monseñor Romero llamó a un sacerdote anglicana para que participara de la comunión. Hace algunos años con varios miembros de las CEBs hemos compartido la eucaristía con la iglesia anglicana y nos alegró mucho que el obispo David y la sacerdote Irma nos han acompañado unas veces en nuestras eucaristías de las CEBs.  De la misma manera en el año 2013 hemos compartido la eucaristía con el arzobispo de la Iglesia Antiguo – Católica de Utrecht en Holanda.  Recordamos hoy que son de los pequeños signos de romper los esquemas doctrinales que solo justifican la división.  Sin embargo observé también como un sacerdote católica, después de facilitar y animar  evangélicamente un retiro con sacerdotes anglicanos, no quiso participar de la comunión eucarística presidida por el obispo.  Hace falta mucho valor y creatividad, mucha visión con la brújula del Reino de Dios para ir superando las divisiones entre las iglesias.  Por supuesto lo fundamental es la unidad radical, activa y apasionada en la lucha por las grandes causas del pueblo, de las y los pobres.  Pero romper barreras doctrinales y litúrgicas también nos ayuda a caminar juntos, a valorar la otra iglesia y a ser más humildes.  No tengamos miedo ya que Jesús quiere ser el buen pastor de un solo rebaño.

Reflexión revisada para el 4to domingo de Pasca, 21 de abril de 2024.  (originalmente escrito para el 25 de abril de 2021. )     En el cuarto domingo de Pascua en  1979 Monseñor Romero estuvo en Roma.  El texto que comentamos es su comentario a Jn 10,16, pronunciado en su homilía del 23 de octubre de 1977.   El evangelio del 4to domingo de Pascua es Jn 10,11-18.

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