Síndrome de la manada, patologías sociales y revolución psico-cultural

Aquí dejo mi reflexión sobre el caso de "la manada". Sinceramente, creo que la chica tenía razón y los jueces no han acertado. Ya que hay bastantes evidencias, no solo en este caso, para pensar que la manada abusó y violó a esta joven u otras. No voy a juzgar la conciencia o mala fe de los jueces, eso solo Dios, pero como digo creo que se han equivocado. Ahora, no debemos caer en el puritanismo e individualismo e incluso en la hipocresía. Hay que realizar un análisis psico-humano, cultural, social e histórico para ir a las raíces y causas más profundas de estas problemáticas y males, con una comprensión más global de la realidad. Estos jóvenes de la Manada, como se ha estudiado en su perfil psicológico y social, son a la vez víctimas de una cultura y sociedad-mundo que, cada vez más, pierde los valores éticos, sin principios morales. Esclavizado por el materialismo consumista, el individualismo posesivo e insolidario, el relativismo y hedonismo del placer por el placer con el pasarlo bien, como es el hipersexualismo, sin ningún límite ético.

Por ejemplo, hay tenemos las lacras y esclavitudes que se propagan: la pornografía, la prostitución, la prensa rosa basura (programas del “corazón” y farándula…), “reality show” o “culebrones”; unas relaciones sexuales banales y hedonistas, con este hipersexualismo hedonista, sin ética ni un proyecto serio de amor fiel, consistente, maduro como es el matrimonio y la familia cuya negación y destrucción actual es nociva para la sociedad global; el futbol como ídolo, opio del pueblo y negocio con modelos de futbolistas de tipo hedonistas, de la vida del lujo burguesa, alienante; las guerras y cultura de la violencia, mercantilista de la competitividad y utilitarismo; adicciones como las drogas, por ejemplo, la lacra del alcohol.

En una cultura y sociedad/mundo así, con esta perdida y corrupción de los valores, de los principios firmes, con tanta desigualdad e injusticia social- por ejemplo el paro o el trabajo basura-, de todo tipo, donde no se ve fututo ni esperanza, etc. Entonces, no es extraño que se dé lugar a acciones tan inhumanas e inmorales como las de la manada u otras que se producen en las noches y en las fiestas como las de San Fermín, Ferias, Carnavales o ahora estamos viendo en el Mundial de futbol. No habrá respuesta adecuada y seria a casos como los de la manada sin una auténtica revolución humanista, ética, cultural y social que eduque y promocione en el sentido de la existencia y la vida psico-afectiva. Con el amor fraterno, la empatía com-pasiva y la miseri-cordia ante el sufrimiento e injusticia que padecen los otros.

Una transformación y renovación profunda que promueva la ética de la vida humana, en todas sus fases y dimensiones, la dignidad de la persona y la trascendencia de la familia que son sagradas e inviolables. La auténtica felicidad en la fraternidad solidaria, en la militancia por la justicia con los pobres de la tierra y las víctimas de la historia. Con una liberación solidaria e integral de la egolatría, de este individualismo, relativismo y hedonismo con sus ídolos de la riqueza-ser rico, del poder y la violencia. Esas idolatrías del consumismo hedonista y adicciones, los falsos dioses del capital, del poseer y tener que niegan el ser auténtico de la persona; que se anteponen sobre la vida digna del ser humano, del trabajador, de la familia y de las comunidades.

La realización y madurez de la persona se va logrando en esta vida de amor, de solidaridad y honradez, de servicio y compromiso por el bien común, por la paz y la justicia con los pobres en desarrollo humano y ecología integral. Es el buen vivir en la comunión fraterna con los otros, con la naturaleza y con Dios. Esa reciprocidad y solidaridad de vida (sobria), de bienes y de luchas liberadoras por la justicia con los empobrecidos del mundo. En la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien con el cultivo de la vida moral, espiritual y trascendente que nos abre a la vida plena y eterna.
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