Alma Redemptoris Mater



Hoy te traigo la antífona mariana propia de este tiempo de Adviento para que disfrutes de la increíble música que le pone sonido. El maestro que compuso la obra ya ha aparecido por aquí varias veces y su obra no puede ser más fascinante, cada vez más. Es muy compleja de analizar pero una delicia para cuando la escuchamos. Espero que la disfrutes y recurras a ella una y otra vez.

Un día más, está con nosotros Johannes Ockeghem (c. 1425-1497), maestro franco-flamenco nacido en Saint-Ghislain, Bélgica. No se conoce prácticamente nada de su formación. Binchois menciona dos obras de Ockeghem por lo que parece que ambos se conocían; quizá eran amigos. Precisamente hay quien sugiere que el gran Binchois era maestro de Ockeghem. Era un cantor impresionante, con una bella voz de bajo. Se sabe que perteneció al coro de la catedral de Amberes y luego pasó a trabajar para el rey Carlos VII de Francia lo que le permitió una vida saneada económicamente. Se sabe que estuvo en España para intentar arreglar un matrimonio real que no tuvo éxito. De todas las obras del maestro se conservan relativamente pocas. Su estilo está marcado por amplias líneas polifónicas y una compleja matemática tras ella. También fue uno de los primeros en unificar las partes de la misa, y componerlas como un todo.

De Ockeghem te propongo escuchar su antífona mariana Alma Redemptoris Mater, a 4 voces. Está evidentemente fundamentada en el bello canto llano de la antífona. La obra está asignada a la voz de altus. A menudo sus ritmos son asimétricos, sus cadencias ausentes y sus melodías gozan de independencia en cuanto a motivos. Las cuatro voces, en un registro inusualmente alto, tejen un tapiz increíble, hecho de cuatro líneas independientes pero que se conjugan el una polifonía que solo puede calificarse de increíble.

La partitura de esta joya de finales de la Edad Media y comienzos del Renacimiento la puedes conseguir aquí.

La interpretación es de Laudantes Consort dirigido por Gui Janssens.

Volver arriba