Avanzando en democracia
¡Feliz miércoles! Que no hay una democracia perfecta es algo obvio. El avance democrático (bien entendido) es algo que redunda en beneficio de los pueblos. Vamos a disfrutar de música digamos que «democrática» de uno de los grandes compositores del siglo XX.
Hablo de Benjamin Britten (1913-1976), compositor inglés nacido en Lowestoft. Con su asentamiento en el panorama europeo la música inglesa ganó un gran peso pesado, que no había tenido desde tiempos de Henry Purcell. Britten sobresalió en todo lo que compuso y su medio favorito fue la voz, que modeló como quiso con mano maestra. Compuso desde óperas hasta ciclos de canciones y muchas obras que hasta se han hecho famosas, inclusos sus cuartetos y música de cámara. Su padre era un famoso cirujano de su ciudad natal y su madre era líder de la sociedad vocal de la localidad. Cuando el joven Benjamin mostró sus aptitudes por la música su familia no dudó en contactar con Frank Bridge para que le diese clases particulares. Este era un gran maestro y no lo dudó, siendo Britten su único discípulo conocido.
Escuchemos su obra Advance Democracy. Es una obra para coro de 1937. El texto es de Randall Swingler, escritor comunista que sirvió de base para que Britten transformase un poema sin demasiada trascendencia en una obra de arte. El objetivo de la composición de Britten es una respuesta musica frente al creciente auge del nazismo por toda Europa. La pieza no deja de ser algo extraña por cuanto el contenido del texto casi pasa a ser una curiosidad. Sin embargo, Britten sí compone una pieza llena de legato, que evoluciona de una voz a otra, de arriba abajo. De vez en cuando subraya acordes para dar sentido y fragmentos del texto y crear así una textura llena de colorido.
La interpretación es de The Sixteen dirigido por Harry Christophers.