¡Feliz domingo! Alguna que otra vez te he dicho que el catálogo BWV no es cronológico sino temático. Estamos con las obras para clave (después de las de órgano) y ahora, tras El clave bien temperado, le llega el turno a una serie de fantasías y fugas. En realidad ya lo inauguramos el domingo pasado con la famosa Fantasía cromática así que hoy vamos a recorrer otras obras relacionadas con esta.

Por tanto, nos toca recorre un poco la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Entre los dieciocho y los veintidós años se dedicó a estudiar y formarse sólidamente por su cuenta, estudiando a los grandes maestros. Tenía como modelo de organistas a Bruhns, Reinken, Buxtehude y algunos grandes organistas franceses; algunos italianos también tenía como pilares. Su capacidad de absorber lo mejor le hizo aprender de aquí o allí y su preocupación ahora era no solo elaborar la obra como un todo sino modelar las voces individuales, su progresión y, finalmente, ese carácter global; esto lo reflejó en sus fugas. Una de sus obras principales tareas era tomar un determinado modelo y convertirlo en una obra nueva, como si fuera un alfarero. Las obras de los compositores italianos le proporcionaban una mayor frescura que la de los compositores del norte de Alemania.

Vamos a escuchar la Fantasía y fuga en la menor, BWV 904. Empieza con una sucesión de notas que descienden en el bajo y que se mantienen a lo largo de toda la pieza, dominándola. Con todo ese ambiente y esa tendencia, el preludio de paso a una fuga de lo más compleja en cuanto a contrapunto y armonía. El contrasujeto también es desdecente y está lleno de cromatismo, de nuevo recordando a ese bajo descendente que tanto hemos escuchado en el preludio. Cuando Bach decide mezclar ambos temas se aprecia su mano maestra y su dominio de la armonía, no con un virtuosismo amplio sino con un lujo del tipo que solo él sabe regalarnos.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Marco Mencoboni.