Bach, suite BWV 824

Bach, suite BWV 824

¡Feliz Domingo de Ramos! Seguimos escuchando algo de música que ponga algo de sosiego en esta vida tan rara que nos ha tocado vivir en estos momentos. Parece que cuando uno escucha las suites inglesas y luego las francesas, automáticamente aparecen a continuación las famosas partitas, pero no. Entre ellas hay toda una plétora de obras menores y/o más desconocidas pero que vamos a escuchar también.

J. S. Bach

Primero, como siempre, algo de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Ya te he contado que una grandísima influencia en el pequeño (o joven) Johann Sebastian era su tío Christoph Bach. Este presentó un plan para restaurar o casi reconstruir el órgano de la iglesia de San Jorge. Se supone que el proyecto debía llevarlo a cabo el organero Georg Christoph Sterzing, de la vecina Ohrdruf. El órgano iba a tener un tamaño sin igual y los planes fueron presentados en 1698, aunque Bach tío no logró verlo terminado porque murió antes. El caso que Sebastian asistiría sin duda a las discusiones entre su tío y Sterzing. No solo eso, sino que seguro que fue testigo de un ir y venir de tubos, secretos, mecanismos, fuelles, etc. Esto causó tan gran impresión en el joven que durante toda su vida se dedicaría, puede decirse, en cuerpo y alma al arte de la organería. Ya te he comentado alguna vez (y no será la última) que, cuando Bach ya era adulto, fue convocado a diversos lugares para aconsejar sobre diversos órganos, su calidad, si debían ser restaurados o cómo debía ser el nuevo que se construyese.

Hoy vamos a disfrutar de la Suite en la mayor, BWV 824. Bien, ya pongo porque es la que viene el orden del catálogo BWV que seguimos cada domingo pero es cierto que carece de una autoría clara por parte de Bach. Tradicionalmente ha sido atribuida a su compadre Georg Philipp Telemann. No mucho más se puede decir de esta composición. Está dividida en tres movimientos. La allemande inicial tiene momentos que recuerdan al Oratorio de Navidad. Le sigue una courante y a ella la gigue final. El sujeto de esta, lleno de imitación, recuerda mucho al de la cuarta suite francesa. Todo ello ha motivado esa atribución de Bach, que día a día se diluye más en favor de Telemann.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Rosalyn Tureck al piano.

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