Bach, tocata BWV 914

Bach, Tocata BWV 914

¡Feliz domingo! Las tocatas para teclado de Bach que estamos son importantes en su catálogo y de vez en cuando se graban. Entre los especialistas sí que son obras de entidad pero, desgraciadamente, para el público general no son composiciones que suenen demasiados. Aun con Bach, siendo tan conocido como es, también ocurre eso de que se escuchan de él unas cuantas obras nada más.

J. S. Bach

Vamos a estar un ratito en compañía de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. En Mühlhausen llegó a tener tanta autoridad como organista que pasó también a tenerla como organero. El órgano, reconstruido en gran parte entre 1687 y 1691 por Johann Friedrich Wender, estaba en un relativo buen estado pero tenía piezas antiguas. Bach se las apañó para convencer a las autoridades para llevar a cabo otra renovación a gran escala, algo que hizo el propio Wender por una suma que ascendió a los 230 táleros. El informe que hizo Bach se titulaba Proyecto de nuevas reparaciones del órgano y nos muestra cuán alto era su grado de conocimiento sobre la construcción de órganos. Conocía los entresijos de la organería y da instrucciones de cómo incluir un nuevo teclado al instrumento.

Escuchemos la Toccata en mi menor, BWV 914. Como ya sabes, en estas obras nos remontamos a la juventud del maestro y apreciamos cómo el estilo del norte de Alemania influyó en él. La de hoy es la más breve de todas y está dividida en cuatro partes formando una pequeña suite. Se abre con unos compases a modo de preludio que casi parece más concebido para el pedal de un órgano. Inmediatamente escuchamos una fuga doble y un adagio que parece un recitativo. Después escuchamos una fuga aún más brillante de la que los estudiosos dicen que es una obra anónima napolitana. Aunque Bach versionó obras italianas, no sabemos de ninguna fuga a la que le hiciese eso. Los que conocen la materia dicen que podría ser que fuese ese autor (anónimo) italiano el que terminase copiando a Bach y no al revés. En fin, un dilema que nunca llegaremos a resolver.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Bart Jacobs al clave.

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