¡Feliz viernes! El maestro de hoy, uno de nuestros grandes maestros, que también podemos decir que es universal, es de esos que nos cautiva con su polifonía. Y no solamente lo hace con nosotros, sino que lo ha hecho a lo largo de generaciones.

Hablo de Tomás Luis de Victoria (h. 1548-1611), compositor español nacido en la ciudad de Ávila. En la enciclopedia New Grove puede leerse esto sobre él: «La reputación póstuma de Victoria recae ampliamente sobre algunos de sus mejores motetes de su primera publicación en 1572 y en el Officium defunctorum de 1605, compuesto por el fallecimiento de la emperatriz María. Algunos de esos memorables motetes como O vos omnes y Vere languores nostros y en pasaje con las palabras nihil enum sunt dies mei en el Versa est in luctum del Oficio de Difuntos, tienen una especial relevancia que casi no encontramos en otra música de la época. [...] Sus contemporáneos y sus sucesores inmediatos ciertamente vieron un lado distinto de su naturaleza artística. [...] Tendía más a lo alegre que a lo triste».

Disfrutemos de su motete Tibi Christe splendor Patris. Es un himno a cuatro voces dedicado a san Miguel Arcángel y fue publicado en su obra Hymni totius anni secundum Sanctae Romanae Ecclesiae consuetudinem, publicada en Roma en 1581. La obra cuenta con una polifonía muy contenida en la que el cantus firmus aparece en la voz de tenor. Destaca especialmente el comienzo de la doxología (no la habitual), con las voces cantando en una impresionante homofonía y en compás ternario. Una verdadera maravilla, como todo lo salido de sus manos.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es del Ensemble Plus Ultra dirigido por Michael Noone.