¡Feliz viernes! Terminamos la semana con otra versión del salmo que nos ha ocupado esta semana. Esta vez proviene de un compositor contemporáneo aunque no será una obra demasiado complicada a la hora de acercarnos a ella. Alguna vez he presentado a este maestro por aquí y siempre nos ha dejado con muy buen sabor de boca.

Aludo a Rihards Dubra (1964), compositor letón nacido en Riga. Sin embargo, vive muy cerca de la capital, en Jurmala, en el Mar Báltico. Ahí comenzó estudiando piano con solo siete años y luego pasó ya a Riga, donde terminó graduándose como compositor. Nos dice el propio Dubra: «Arvo Pärt, John Tavener... estos hombres escriben música de forma pura que me es de gran interés. Es música pura y no un intento de explorar diversos trucos técnicos. En eso me siento distinto a otros compositor actuales. Así como cada uno tiene su propia vía para acercarse a Dios, cada compositor tiene su propio camino hacia la emoción en la música y, por medio de ello, también hacia Dios». Dubra compone, actualmente, mucha música religiosa y casi todas las demás tienen una concepción espiritual.

Una vez más, vamos a escuchar un motete titulado Eripe me, hoy por nuestro maestro letón. No es una obra demasiado complicada en cuanto a armonía, dado que el maestro, dentro de la colección Música Báltica, la concibió para la Semana Santa. La armonía es muy sugerente y Dubra se maneja bien en esa línea que separa la tonalidad tradicional de una más ampliada pero que está al servicio de la expresividad que requiere el texto del salmo que hemos estado disfrutando esta semana. Una buena muestra de esa polifonía actual que se deja de complicaciones, aunque a veces pueda parecer efectista. La pieza está dedicada a Guntars Prānis.

La interpretación es de Cambridge Chorale dirigido por Michael Kibblewhite.