Misa para un duque

Misa Hercules Dux, Desprez

¡Feliz martes! Entre las obras antiguas hay muchas compuestas para diversas ocasiones, como otras muchísimas en la historia de la música. Algunas para destinatarios concretos y otras para diversas ocasiones, tanto religiosas como profanas. Quien escribió la obra de hoy casi sentó las bases de lo que vendría luego desde el punto de vista de la composición polifónica. Es posible que hayas adivinado su nombre...

Josquin Desprez

Efectivamente, es Josquin Desprez (c. 1450-1521), compositor franco-flamenco nacido parece ser que en el condado de Henao. Casi todo lo que hizo o se conserva de Josquin es algo curioso, pionero o único en la historia, como el graffiti con su firma que hay nada menos que en la Capilla Sixtina. Que se sepa, fue el primer compositor de la historia al que se le imprimió un volumen con obras suyas, nada menos que en Venecia por Petrucci. Su fama era tanta mientras vivía y mucho mayor cuando murió que muchos impresores le atribuyeron una buena cantidad de obras; de muchas se ha sabido posteriormente que no eran suyas pero de otras todavía está ahí la cosa. Entre 1484 y 1489 trabajó para la familia Sforza, que eran quienes gobernaban por entonces en la ciudad de Milán. Desde ese año hasta más o menos 1495 se desplazó a Roma para cantar en el coro papal, algo que era extraordinariamente prestigioso en su tiempo. Y luego, un año a partir de 1503 fue contratado por el duque de Ferrara, otra posición de postín. A partir de ahí parece ser que se retiró a Condé-sur-l'Escaut para trabajar en su iglesia. Desprez fue una leyenda viviente y no menos legendaria fue su vida una vez que falleció.

Disfrutemos de su Missa Hercules Dux Ferrariae. Es una composición para cuatro voces. Cuando era habitual que muchos compositores usasen la técnica del cantus firmus para componer sus misas, u otros motetes, lo que hace aquí Desprez es tomar el sonido de las vocales del título de la  misa para elaborar ese motivo conductor. Lo que resulta es re, do, re, do, re, fa, mi, re, que se escucha al comienzo en la voz de soprano, y es el motivo conductor para el resto de movimientos. Desprez usa un esquema algo complejo que va introduciendo en las sucesivas partes hasta llegar al Agnus Dei final. También usa pequeños motivos pero que también parece que reflejan de alguna forma el homenaje al duque. Aunque de forma implícita, Josquin está aquí introduciendo algo profano en una misa, aunque seguro que los conocedores de la época entendiesen perfectamente el mensaje.

La partitura de esta gloriosa misa puedes descargarla aquí.

La interpretación es del conjunto A Sei Voci.

Introito

2. Kyrie

3. Gloria

4. Credo

5. Sanctus

6. Agnus Dei

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