¡Feliz lunes! Ayer celebramos la solemnidad de Cristo Rey, con la que termina el tiempo litúrgico. Por tanto, vamos a escuchar en este lunes (ya que ayer escuchamos como siempre la obra de Bach) una bella e impresionante composición relacionada con este día tan importante en el que se nos muestra a un Dios coronado con espinas.

Hace mucho tiempo que no traía nada de Jean-Joseph Cassanéa de Mondonville (1711-1772), compositor francés nacido en Narbona. No solo era apreciado como compositor sino que destacaba también como violinista que hizo carrera en la corte, dando más de cien conciertos. Para la Academie Royale de Musique compuso óperas y otros grandes motetes y para el Theatre des Petits-Cabinets elaboró también sus composiciones. Aunque no destaca por un gran volumen de obras, algunas se hicieron muy famosas en los teatros parisinos; por ejemplo, alguna ópera suya fue interpretada hasta más de treinta veces. Mondonville también es conocido por sus sonatas para violín y piano, en las que pone de manifiesto su profundo conocimiento de la técnica violinística.

Disfrutemos de su motete Dominus regnavit. Se trata de una pieza compuesta en 1735 que era interpretada cuatro veces al año hasta la década de 1750. Trata el texto del salmo casi de una forma dramática. Por ejemplo, los movimientos tienen indicación de tempo, como lent et mesuré o gratieusement. Otra bella muestra del tratamiento del salmo la podemos encontrar en la frase elevaverunt flumina vocem suam, donde tanto orquesta como coro ejecutan arpegios que indican ese fluir de la voz. El Concert spirituel, donde se ejecutaba ese motete a lo largo del año, debía disfrutar grandemente con la obra de este también gran maestro francés.

La interprtación es de Les Arts Florissants dirigido por William Christie.