Stabat Mater

Stabat Mater, Kodály

¡Feliz Sábado Santo! Creo que un stabat mater es lo que pega hoy verdad. Esa madre al pie de la cruz que llora porque su hijo ha muerto. Puede ser buen momento para rogarle que nos saque de este infierno en el que vivimos estos días y que escuche nuestro llanto. Seguro que lo hace y nos consuela y, sobre todo, nos da fuerzas para seguir adelante. Disfrutemos de esta breve música y saboreémosla bien.

Zoltán Kodály

Ha sido compuesta por Zoltán Kodály (1882-1967), compositor húngaro nacido en Kecskemét. Su educación musical empezó cuando contaba escasos años. Dijo: «La construcción de mi destino fue tan natural como respirar. Canté antes de que pudiese hablar y cantaba mucho más que hablaba. Me familiaricé con los instrumentos musicales y las obras maestras clásicas a muy temprana edad, porque componía con solo cuatro años». Era un firme partidario de que todo el mundo debía ser capaz de tener derecho a la literatura musical. Después de todo, pensaba, la música es de todo el mundo. Así, en 1929 decidió volver a enseñarla y formar parte activa de la vida musical en Hungría. Opinaba que a los niños había que enseñarles música desde muy temprana edad. «¡Tomemos seriamente a nuestros niños! Todo lo demás vendrá después... Solamente lo mejor es lo bueno para un niño». Se tomó todo esto tan a pecho (para nuestra alegría) que fue el creador del famoso método Kodály, que fue muy utilizado en conservatorios y escuelas de todo el mundo.

Disfrutemos de su Stabat Mater. La obra es sencilla, compuesta para coro a cuatro voces. Fue compuesta en 1898 y revisada luego en 1962. La obra original estaba compuesta para coro masculino pero luego tuvo que adaptarla para coro mixto, que es la que vamos a escuchar. Sin embargo, fue solamente un cambio de voces porque la armonía siguió siendo la misma. Kodály no complica much la obra procurando que el foco esté puesto en el famoso text meditativo del siglo XIII atribuido a Jacopone da Todi. El maestro hace repetir al coro el tercer versículo de cada estrofa, cosa que pasa en todas excepto en la última en la que la cuarta línea es ocupada por un amén que termina en un sereno modo menor.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Coro Dulcis Memoria dirigido por Federico Raffaelli.

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