Una bella obertura

Obertura Lucio SIla, Mozart

¡Feliz martes! Hay oberturas de óperas que se han convertido en piezas independientes de concierto. Son piezas tan conseguidas que muchas veces son hasta más conocidas que las propias óperas. No sé si es el caso de hoy, pero lo cierto es que la composición es soberbia... como todo lo que escribió el maestro de hoy.

Wolfgang Amadeus Mozart

Una vez más está con nosotros Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Parece ser que al maestro le encantaba jugar al billar y era muy bueno en el juego. Muy a menudo jugaba con su amigo el irlandés Michael Kelly, y casi siempre le ganaba (Mozart a Kelly); Kelly era tenor y había estrenado algunos papeles operísticos del salzburgués. Algunas veces se encontraba con la circunstancia de que no podía encontrar ningún compañero de juego, y lo hacía consigo mismo. Así, en 1791 le dice por carta a su esposa: «En cuanto te fuiste jugué dos juegos de billar con el señor von Mozart [él mismo está escribiendo esto] quien escribió la ópera para el teatro de Schickaneder [se refiere a La Flauta Mágica]... Luego mi criado me trajo un café negro, con el que me fumé una gloriosa pipa de tabaco».

Una de sus óperas, no de las más conocidas, es Lucio Sila, K. 135. Fue un encargo del teatro ducal de Milán para el carnaval de 1773. El libreto es de Giovanni de Gamerra, un antiguo sacerdote y soldado que en ese momenti se había convertido en gobernador-general de Lombardía. Curiosamente, escribió las arias una vez que llegó a Milán a finales de 1772 y vio a qué artistas tenía disponibles para el estreno de la composición. Vamos a escuchar la obertura de la ópera. En ella está toda la esencia de la ópera: la fuerza y la locura del amor. La chispa juvenil de Mozart está presente desde los primeros compases de esta maravilla, con unos temas chispeantes y unas texturas ligeras y claras, propia de la facilidad de Mozart a la hora de rellenar los pentagramas.

La partitura de la ópera puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica Marchigiana dirigida por Alessandro Bonato.

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