Un capricho musical

Fuga y capricho, Roberday

¡Feliz jueves! El género musical del capricho es bastante amplio porque una gran multitud de piezas de amoldan a él. No es algo que solo se restrinja a la época romántica (baste recordar los de Paganini) sino que se remonta a épocas anteriores, como es aquella en la que vivió nuestro maestro de hoy. Creo que alguna vez lo he traído aunque seguro que hace tiempo. No está de más un recordatorio.

Roquemaure

Vamos a estar un rato en compañía de François Roberday (1624-1680), compositor francés nacido el París. Por poco tiempo estuvo al servicio de la corte: fue organista de Ana de Auatria (madre de Luis XIV) y de la reina María Teresa. Sin embargo, no tenemos mucha suerte con sus obras porque solo se ha conservado una colección titulada Fugues, et caprices, a quatre parties. En ella usa temas y motivos de otros maestros como Couperin, D'Anglebert, Froberger o Cavalli. El maestro Roberday hace gala de un magistral uso del contrapunto ya que en esta obras, además de este, mezcla sabiamente patrones rítmicos muy audaces para su época.

Un ejemplo de la obra anterior es esta Fugue. Caprice sur le mesme sujet. Roberday nos presenta aquí una primera fuga con un sujeto coloreado por algo de cromatismo. Ese sujeto va apareciendo en las voces superiores hasta que termina la fuga y enlaca con un capricho sobre ese mismo tema. En una primera parte, lo varía en el mismo compás y de forma más contenida mientras que en la segunda, Roberday nos presenta ese tema ya algo más deformado en unas variaciones en 12/8. En la tercera, los juegos de lengüeta aportan más sonoridad tal y como nos tiene acostumbrados el órgano barroco francés.

La partitura de la pieza puede conseguirse aquí (página 9 del pdf).

La interpretación es de Michel Chapuis al órgano Julien de la colegiata de San Juan Bautista de la localidad francesa de Roquemaure.

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