Un cuarteto andaluz

¡Feliz miércoles! En realidad es un cuarto español (obviamente), es decir, que trasciende las fronteras regionales porque su maestro es un reconocido compositor que nos ha regalado grandes obras de un fuerte sabor que supo imprimir en sus composiciones.

La música de hoy es de Joaquín Turina (1882-1949), compositor español nacido en Sevilla. Desde que de pequeño le regalaron un pequeño acordeón, la música no lo abandonó durante toda su vida. Sin embargo, al instrumento al que le dedicó su carrera fue el piano, con el que debutó con solamente catorce años. Marchó a Madrid para intentar ganarse la vida como compositor y allí trabó amistad con otro andaluz universal: Manuel de Falla. De Madrid pasó a París y estudió durante nueve años en la prestigiosa Schola Cantorum con Vincent d'Indy. Fue animado por compositores franceses (entre otros Debussy y Ravel) a componer, pero fueron los consejos de Albéniz y Falla los que terminaron de convencer a Turina a escribir música en un estilo más español. Dijo: «Éramos tres españoles congregados en ese rincón de París [un café, donde se produjo el encuentro] y era nuestro tributo luchar fieramente por un estilo musical en nuestro país».
Vamos a escuchar hoy su Cuarteto con piano en la menor op. 67. Constituye una sabia muestra entre las formas tradicionales y aquellas que le proporcionaban en lenguaje musical español. El primer movimiento, Lento, tiene forma sonata y evoca de forma poderosa una perfumada noche en su Sevilla natal, algo que haría casi constantemente en su obra. El segundo, que lleva la indicación de Vivo, es una danza rápida, con las cuerdas en pizzicato que describen el sonar de las castañuelas. Termina el cuarteto con un Andante de tipo rapsódico, con melodías muy españolas y con frecuentes alusiones al inicio, algo que aprendió de su maestro d'Indy.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es de la Camerata Pacifica.