Un gran cuarteto

¡Feliz lunes! Para comenzar esta semana que será la que nos lleve desde septiembre a octubre, vamos a disfrutar de un gran cuarteto compuesto por un grandísimo compositor que hacía tiempo que no traía en este humilde blog.

Ese gran maestro no es otro que Ludwig van Beethoven (1770-1827), compositor alemán nacido en Bonn. Ya desde pequeño mostró un carácter irascible y taciturno. Sus familiares y su entorno más cercano veía eso como algo exótico y comenzaron a apodarlo der Spagnol, es decir, «el español». Su padre lo sacó de la escuela (porque decía que no aprendía nada) y se dedicó prácticamente por completo a la música. En 1781 comenzó a estudiar con Christian Gottlob Neefe y dos años después se publicó la que era la primera obra de Beethoven, con la siguiente dedicatoria: Variaciones para el clave sobre una marcha del sr. Dresler, compuestas y dedicadas a su excelencia la señora condesa de Wolfmetternich, nacida baronesa de Asseourg, por el joven aficionado Louis van Betthoven, de diez años de edad. Si bien es una obra algo convencional, nos muestra ya cuál era el talento de nuestro compositor de hoy y cuánto había apostado por él su maestro Neefe, verdadero artífice de esta publicación.
La obra suya que vamos a escuchar hoy es su Cuarteto de cuerdas n.º 12 en mi bemol mayor, op. 127. Fue completado en 1825 y está considerado como el primer de los últimos cuartetos del maestro. Cuando se estrenó en Viena un crítico escribió sobre el cuarteto: «Es incomprensible, incoherente, vago, una serie sobreampliada de fantasías, un caos entre el que de vez en cuando emerge el genio como flechas de luz entre las nubes negras». El primer movimiento, Maestoso-Allegro, tiene un inicio agreste que poco a poco se mezcla con un ambiente soñador. El segundo, Adagio ma non troppo e molto cantabile, evoluciona a un espacio meditativo y casi de oración. El tercero (Scherzando vivace) es una danza alegre con ritmos repetidos y el cuarto y último, Vivace, tiene un ambiente general de gratitud y alegría.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es del Cuarteto Ébène.