Los gustos reunidos

Octavo concierto, Couperin

¡Feliz jueves! ¡Qué maravilla poder reunir todos los gustos en una obra!, ¿verdad? Es cierto que, en este caso, esos gustos se refieren más bien a los musicales pero seguro que, cuando escuches la obra, aflorarán algunos más a tus sentidos. La composición es un prodigio de elegancia y no en vano proviene de uno de los compositores más elegantes que la historia de la música ha dado. ¿Sabes a quién me refiero?

François Couperin

Es a François Couperin (1668-1733), compositor francés nacido y muerto en París. Era el compositor más destacado de su familia y, por ello, fue apodado «el grande». Supo integrar perfectamente los gustos italiano y francés en sus obras, como veremos más adelante. Cuando su padre murió Jacques Thomelin se hizo cargo del niño y le enseñó música. Con diecisiete años fue nombrado organista en Saint-Gervais de París y con veintiuno publicó las que sería sus más famosas piezas para órgano. Por esa fecha comenzó a asimilar la influencia italiana que reflejó eficazmente en sus obras. En 1693 fue nombrado organista de la capilla real de Luis XIV, puesto que compartió con Nivers, Butener y Lebègue, cada uno un trimestre. Ello también le permitir dedicarse a la composición de obras religiosas, aunque destacó en sus composiciones para clave, más de doscientas.

En 1724 publicó una obra titulada «Los gustos reunidos en nuevos conciertos», de la que vamos a escuchar sun Octavo concierto. En esta colección podemos apreciar notablemente esa sabia mezcla que Couperin hizo con los estilos francés e italiano. Lo hace creando una serie de sonatas para uno o dos instrumentos solistas (violín, flauta dulce u oboe) y bajo continuo, aunque a veces no especifica exactamente la instrumentación. Esta colección en una continuación de otra, titulada «Conciertos reales» porque fueron compuesto para la corte de Luis XIV. Este lleva el subtítulo de «según el gusto teatral» y está formado por una Ouverture, en la habitual forma de obertura francesa; Grande Ritournéle, en un tempo lento; Air, llena de nobleza; Air Tendre, en forma de rondó y aún más tierno; Loure, que es una danza francesa; otro Air, en este caso algo más animado; Air Léger, que va ganando en animación; y termina con un Air de Baccantes, lleno de ritmo y con ambiente dramático.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí (página 21 del pdf).

La interpretación es de Musica Pacifica.

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