En honor de un santo

O Euchari, santa Hildegarda

¡Feliz viernes! De nuevo acudimos a la música de esta gran mujer, que sobresalió por casi todo en su tiempo. Es una de esas sabias que reunía todos los saberes de su tiempo y que los llevó a cabo con total maestría, de ahí que fuese consejera de tantos.

Santa Hildegarda

Evidentemente me refiero a santa Hildegarda de Bingen (1098-1179), polímata alemana nacida en Bermersheim vor der Höhe. Era polímata porque no solo componía sino que era bióloga, teóloga, mística, lideresa, abadesa, poeta y una gran cantidad más de ocupaciones. Decía: «Desde mi niñez, antes de que mis huesos, nervios y venas estuviesen fuertes, siempre he visto esta visión en mi alma, incluso actualmente que tengo más de setenta años. En esta visión mi alma, como poseída por Dios, sube a lo alto del cielo y se despliega entre las gentes, a pesar de que están lejos de mí en lugares distantes. No las escucho con los oídos externos ni las percibo con pensamientos o con combinación alguna de mis cinco sentidos, sino solo con mi alma. Veo estas visiones cuando estoy despierta, ya sea de día o de noche».

Una de sus obras es O Euchari in leta via. Está dedicada a san Eucario, primer obispo de Trier. Esta secuencia es una de las dos piezas que la santa escribió para celebrar a este santo, que fue obispo de una localidad que estaba a unos cien kilómetros de Bingen. El monasterio de Trier se dedicó a propagar por toda Alemania las obras de santa Hildegarda. La santa escribió una obra escrita mediante versículos o estrofas pareadas, que comparten una melodía entre ellas, aunque existe la libertad de poderse usar otro tipo de melodías. Como en muchas de sus obras, la composición refleja más la personalidad de la propia santa en vez del santo a la que está dedicada.

La interpretación es de Oxford Camerata dirigida por Jeremy Summerly.

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