Una tarde nevada
¡Feliz martes! Precisamente ahora en España estamos viviendo unos días de bastante frío y de nevadas intensas cosa, por otra parte, habitual puesto que estamos en invierno. Vamos a disfrutar hoy de una música tan cálida que hasta la nieve derrite.
Y ha sido compuesta por parte de Francis Poulenc (1899-1963), compositor francés nacido en París. Darius Milhaud dijo: «Francis Poulenc es música por sí mismo y no conozco ninguna otra música directa expresada de una forma más simple que vaya tan directa al objetivo». Le llegó a dar clases Ricardo Viñes y por medio de él conoció a Falla y a Satie. Cuando murieron los padres de Poulenc, Viñes se convirtió en un mentor espiritual, y también terminó interpretando las primeras piezas para piano de Poulenc. Este describió a su maestro como «el hombre más delicioso, un hidalgo bizarro con un enorme bigote, sombrero en el estilo español más puro y botas que usaba para darme patadas en las espinillas cuando no cambiaba bien los pedales. Admiraba a ese hombre con locura porque, en 1914, era el único virtuoso que tocaba a Debussy y Ravel».
Vamos a escuchar su cantata Un soir de neige. Usa textos de Paul Eluard y fue compuesta en 1944 y escrita para coro a seis voces. El texto de poeta usa metáforas gélidas para describir el mundo que queda tras la desolación de la guerra. La compuso con fines patrióticos, pero tenía confianza de que la composición trascendiese las fronteras francesas. Describendo ese ambiente paupérrimo, prescindió de todo acompañamiento para las voces, que cantan de la forma más cruda y desnuda, con armonías incisivas y evocadoras. En 1946 el propio escritor le dirigió estas palabras al compositor, tras escuchar emocionado su composición: «Francis, no me escuchaba a mí mismo / Francis, te debo escucharme a mí mismo».
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es de Ars Nova Copenhagen.