El obispo de Puerto Maldonado da las claves del Sínodo de la Amazonía David Martínez de Aguirre: "El Amazonas ha arrasado con el Tíber, y le ha traído un poco de vida"

David Martínez de Aguirre: "El Amazonas ha arrasado con el Tíber, y le traído un poco de vida"
David Martínez de Aguirre: "El Amazonas ha arrasado con el Tíber, y le traído un poco de vida" Santi Vedrí (Dominicos)

"El Papa nos ha mandado a todos a las periferias para ver cómo nos tocan el corazón. Y él ha asumido también ese reto en primera persona"

"El Pontificado de Francisco es un intento de desarrollar el Concilio vaticano II. Él no lo ha inventado, pero está haciendo el esfuerzo de reabrir y relanzar los procesos, sin esperar tanto el resultado inmediato... y el Espíritu irá dirigiendo"

"La Tradición es la salvaguarda del futuro, no es el almacén de las cenizas viejas"

Mujeres, sacerdotes casados, laicos... "Reconocer la ministerialidad también ayuda a desclericalizar la Iglesia, y a sentir que todos estamos cumpliendo misiones"

"El sínodo ha sido un diagnóstico desgarrador en cuanto al desastre ecológico, la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas y una llamada de atención a colaborar en su solución". El obispo de Puerto Maldonado, David Martínez de Aguirre, navegó anoche entre los dos ríos que surcaron el Sínodo, que ayer concluyó uno de sus procesos.

En una charla en los Dominicos de Atocha organizada por Selvas Amazónicas, el obispos dominico de Puerto Maldonado, lugar donde arrancó el proceso sinodal, lo dejó bien claro. "El Amazonas ha arrasado con el Tíber, y le ha traído un poco de vida", sostuvo. La metáfora es clara: el viento de la Amazonía, de la Iglesia pobre y comprometida con las periferias.

“Que no nos roben el sínodo, que no lo desvirtúen, no perdamos el foco, ha sido el deseo del Papa desde el principio”, arrancó el prelado, que recordó con emoción cómo en su diócesis, en Puerto Maldonado, allá por enero de 2018, empezó todo. “Como no pudimos llevar al Papa a ver una comunidad nativa, llevamos a las comunidades nativas allá”, subrayó David Martínez de Aguirre.

“Hoy en Puerto Maldonado comienza la primera reunión del Sínodo de la Amazonía”, dijo el Papa. “Ha sido una reunión sin precedentes en la historia de la Iglesia, hemos logrado colocar a la Amazonía en Perú, la Iglesia y el mundo”, recalcó el español.

Asistentes a la charla de David Martínez de Aguirre
Asistentes a la charla de David Martínez de Aguirre Santi Vedrí (Dominicos)

Se han abierto nuevos caminos para toda la Iglesia

Buena parte del mérito es, sin lugar al duda, del Papa. “El pontificado de Francisco es un intento de desarrollar el Concilio vaticano II. Él no lo ha inventado, pero está haciendo el esfuerzo de reabrir y relanzar los procesos, sin esperar tanto el resultado inmediato..., y el Espíritu irá dirigiendo”, clamó Martínez de Aguirre.

“Se han abierto nuevos caminos para la Iglesia, no solo para la Iglesia amazónica”, añadió, subrayando que por eso era tan importante que el Sínodo se hiciera en Roma, no en Manaos o Puerto Maldonado. “El Papa nos ha mandado a todos a las periferias para ver cómo nos tocan el corazón. Y él ha asumido también ese reto en primera persona”.

Respecto a los temas, Martínez de Aguirre destacó el concepto de “Ecología integral”, donde “todo está interrelacionado: donde hay más pobreza, menos cuidamos el medio ambiente. Hay una sola crisis socio-ambiental”.

El oro está más cerca que la Palabra de Dios

Y, sin embargo, ha costado. “Decía un padre sinodal: el oro está más cerca de nosotros que la Palabra de Dios”, recordó el obispo de Puerto Maldonado. “Ha sido una experiencia espectacular. Escuchar a los pueblos indígenas, misioneros/as, a los obispos, el desgarro - 'la violencia', decía el Papa- contra la tierra y los pueblos. Pero, por desgracia, el oro está más cerca de muestras comunidades. Y es un diagnóstico desgarrador”.

Mirando ya al Sínodo en Roma, Martínez de Aguirre destacó la entrada a la asamblea, el gesto de la peregrinación, al más puro estilo amazónico, y dejando claro el deseo de que “los pueblos indígenas asuman la Iglesia como algo propio”.

“Eso es la sinodalidad. Estábamos junto al río Tíber, un río suave, y ha llegado el Amazonas. Al principio, como sucede siempre, lo ha represado, pero el Amazonas ha arrasado, ha pasado por encima del Tíber y le ha traído un poco de vida”, proclamó Martínez de Aguirre.

Todo con la mirada puesta en los procesos, también en los puntos donde no se ha podido ir más allá. “Las mujeres no han votado, pero los procesos van.... y no tienen marcha atrás”, advirtió. “Se va a dar continuidad a este sínodo, nos van a hacer trabajar”.

Ministerios y procesos

Uno de los puntos más mediáticos ha sido el de la ministerialidad, “que no era 'el tema' del Sínodo”. Pero el obispo entró pronto en faena.

“Tenemos en la Amazonía muchos lugares donde son las mujeres las que llevan las comunidades, las que bautizan, las que presiden los ministerios, las que dirigen la comunidad. Ejercen el diaconado, pero institucionalmente no está reconocido. ¿Cómo es esto? Este tema se le ha vuelto a presentar al Papa”.

¿Y qué dice el Papa? “El Papa necesita que nos pongamos de acuerdo”.

Y es que “reconocer la ministerialidad también ayuda a desclericalizar un poco la Iglesia, y a sentir que todos estamos cumpliendo misiones”. Igual sucede con la ordenación de hombres casados. “No es que se haya pedido al Papa en ningún momento la abolición del celibato”, aclaró. ¿Cuál es el asunto? “Hay comunidades apartadas donde no hay curas... se les ordenó de diáconos permanentes, con una formación adecuada y donde el sacerdote va una o dos veces al año. ¿Y no se podría permitir a esta gente que no se quede sin su derecho a recibir la Eucaristía? La comunidad es la que crea la eucaristía ¿Qué es más importante, la eucaristía o la ley del celibato?”, se preguntó. La respuesta, en los mismos Evangelios. “¡Si hasta Pedro tenía suegra!”.

¿Por qué en la Amazonía sí y en Madrid no?, es uno de los miedos desde la Iglesia occidental. “Por eso es preciso hacer un rito propio, con una forma de organizarse propia. ¿Un estatuto propio para la Amazonia? Y se le pide al Papa, para que dentro de ese rito entren esas potencialidades”.

Para concluir, Martínez de Aguirre quiso dejar claro que

“si bien Roma es el centro, los romanos y europeos ya no son mayoría. Y eso le está costando a la Iglesia católica, entender que hay otras formas de entender la Iglesia católica, y otras maneras de llevar los procesos, que están entrando”.

Con el Papa Francisco, añadió, “ha entrado con fuerza Aparecida, y nos están metiendo las periferias en el corazón de la Iglesia, en roma, para desde ahí abrir las ventanas, aunque sea un poquito”. Y esas ventanas, recordó, ya no se cierran.

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