Tras las últimas detenciones, el sacerdote en el exilio denuncia Erick Díaz: "Las comunidades cristianas de Nicaragua se quedarán sin la presencia de sacerdotes"

Bandera de Nicaragua
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"El clero nicaragüense sigue indefenso" ante la embestida contra la iglesia Católica de Nicaragua que ejecuta el Gobierno del presidente Daniel Ortega, que en las últimas horas ha detenido a tres sacerdotes, dijo este lunes el exiliado párroco nicaragüense, Erick Díaz

Para el religioso, que se marchó al exilio hace un año alegando razones de seguridad, "los cristianos nicaragüenses tienen una mordaza", debido a que "continúa la represión en contra de la iglesia Católica en Nicaragua"

"En Nicaragua no se puede orar ni siquiera por los sacerdotes y obispos presos. El que lo haga lo llevan preso"

Con el arresto de los tres sacerdotes, se eleva a 11 el número de religiosos "secuestrados" y a más de 50 expulsados de Nicaragua, indicó Díaz

"El clero nicaragüense sigue indefenso" ante la embestida contra la iglesia Católica de Nicaragua que ejecuta el Gobierno del presidente Daniel Ortega, que en las últimas horas ha detenido a tres sacerdotes, dijo este lunes el exiliado párroco nicaragüense, Erick Díaz.

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"El clero nicaragüense sigue indefenso. Muchos viven en la incertidumbre. Las comunidades cristianas viven aterrorizadas", afirmó el sacerdote, quien se encuentra exiliado en Chicago, Estados Unidos, a través de su cuenta de la red social Facebook.

Para el religioso, que se marchó al exilio hace un año alegando razones de seguridad, "los cristianos nicaragüenses tienen una mordaza", debido a que "continúa la represión en contra de la iglesia Católica en Nicaragua".

"La dictadura vigila los pasos de las personas por sus mismos servidores leales a ellos. Vigilan los templos, graban y fotografían cada movimiento de los sacerdotes. Es una situación agravante", sostuvo el sacerdote, que pidió a los católicos permanecer "unidos en oración".

Díaz se refirió a la detención de dos sacerdotes de la diócesis de Estelí y otro de la diócesis de Jinotega, ambas en el norte de Nicaragua, ocurridas la noche del domingo mientras descansaban.

Asimismo, el sacerdote pidió "al pueblo santo de Dios en el mundo a seguir orando y denunciando la persecución escarnecida a la Iglesia Católica en Nicaragua".

"En Nicaragua no se puede orar ni siquiera por los sacerdotes y obispos presos. El que lo haga lo llevan preso. Por eso es necesario unir esfuerzos de oración desde fuera y desde el corazón por esta iglesia perseguida", abogó.

A juicio del religioso, la iglesia Católica de Nicaragua "pasa por uno de los peores momentos de su historia" y argumentó que "nunca había habido una persecución tan cruel como la que vive ahora por la dictadura comunista" de Ortega.

Con el arresto de los tres sacerdotes, se eleva a 11 el número de religiosos "secuestrados" y a más de 50 expulsados de Nicaragua, indicó Díaz.

Los religiosos que guardan prisión en Nicaragua son el obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte, monseñor Rolando Álvarez, quien fue condenado en febrero pasado a 26 años y 4 meses de prisión por delitos considerados traición a la patria.

También están tras las rejas los sacerdotes Osman Salvador Guillén, Fernando Zamora Silva, Leonardo Guevara Gutierrez, Jaime Iván Montecinos, Eugenio Rodriguez Benavidez, Cristóbal Gadea, Iván Centeno, Julio Ricardo Norori, Manuel Salvador García y Leonardo Urbina. de acuerdo con el registro de Díaz.

Teme que los católicos se queden sin sacerdotes

El párroco advirtió que "al paso que va subiendo de tono la persecución, las comunidades cristianas se quedarán sin la presencia de sacerdotes".

La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro de la pareja presidencial nicaragüense, no ha confirmado ni negado las presuntas detenciones de los tres sacerdotes, la que fue denunciada por el exiliado obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, y la investigadora Martha Patricia Molina.

Molina, que es autora del estudio titulado "Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?" y que da seguimiento a la situación de los sacerdotes en el país centroamericano, calificó los nuevos arrestos de "noches de cuchillos largos para la iglesia Católica" y aseguró que en total fueron ocho los sacerdotes "visitados" por los agentes del orden, de ellos detuvieron a tres.

Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica están marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.

El papa Francisco tildó de "dictadura grosera" al Gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano.

Ortega y Murillo

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