Las cifras de violencia y muerte son una alerta roja Iglesia en México preocupada por la violencia y los abusos que sufren niños y adolescentes

La Iglesia de la Ciudad de México lanzó una pregunta a la sociedad mexicana: ¿Qué estamos haciendo por proteger a nuestros niños, adolescentes y jóvenes?

Y es que lamentaron que, de acuerdo al reciente informe alternativo realizado con datos oficiales de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), las cifras señalan que, niños y adolescentes mexicanos, quienes representan el 29.8 por ciento de la población del país, son vulnerados en sus derechos por su edad y condición, y son víctimas de extorsiones, lesiones y secuestro.

“Este sector, que por naturaleza representa el futuro de nuestra sociedad, vive una crisis en la que son vulnerados sus derechos por el abuso, corrupción e impunidad que permea”

La Arquidiócesis afirmó que REDIM también dio a conocer que, entre 2018 y 2021, 5,819 niños y adolescentes perdieron la vida a causa de la violencia. Además, se han documentado 500 feminicidios de niñas y adolescentes, con edades comprendidas entre los 0 y los 17 años.

Por lo que destacaron que las cifras de violencia y muerte que merodean a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, nos gritan como una señal de alarma, nos deberían atraer como una alerta roja.

“Esas cifras no son simples números; significan historias truncadas, sueños rotos, familias heridas y adoloridas”

Recordaron que durante la visita del Papa Francisco en 2016, en su encuentro con jóvenes, les dijo: “son ustedes la riqueza de esta tierra”.

Pero, también habló sobre la importancia de hacerlos sentir y darles el acompañamiento necesario para encontrar el sentido de su vida, y hacer el bien en la sociedad.

“Es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que terminan impulsándolos a situaciones límites. Es difícil sentirse la riqueza de un lugar cuando, por ser jóvenes, se los utiliza para fines mezquinos seduciéndolos con promesas que al final no son tales”.

La Iglesia capitalina señaló que el Papa en ese momento dio la solución a este problema ya que comentó que el llamado de la Iglesia es “hacer todo lo posible para que los jóvenes se sientan amados, se sientan queridos, que sepan que son la riqueza de nuestra nación”.

“¿Cómo le manifestamos nuestro amor a quienes consideramos queridos? La respuesta a esta pregunta es lo que necesitan nuestros niños, adolescentes y jóvenes. “Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama a ser discípulos”, dijo el Papa en aquel lejano, pero tan actual 2016”