El cardenal de Nicaragua fue acusado de bendecir las manifestaciones de 2018 por la esposa de Ortega Monseñor Brenes responde a Murillo: "Los reinos de este mundo son 'frágiles' y el perdón 'divino'"

Cardenal Leopoldo Brenes
Cardenal Leopoldo Brenes

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, líder del Episcopado local y a quien la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, advirtió que no daría “ni perdón ni olvido” tras acusarlo de “bendecir” las manifestaciones antigubernamentales de 2018, abogó este domingo por el perdón

En los días previos, Murillo había acusado a los religiosos de “bendecir” las manifestaciones de 2018 contra el Gobierno de su esposo, el presidente Daniel Ortega, que fueron reducidas con ataques armados

El purpurado afirmó que "el perdón es divino", y se refirió al corazón de las personas que no perdonan

También celebró que los creyentes,"“durante este tiempo de cuaresma hemos podido acudir a nuestros confesores, y qué hermoso que hemos podido recibir el 'yo te absuelvo en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo'"

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, líder del Episcopado local y a quien la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, advirtió que no daría “ni perdón ni olvido” tras acusarlo de “bendecir” las manifestaciones antigubernamentales de 2018, abogó este domingo por el perdón y advirtió de la “fragilidad” de los “reinos de este mundo”.

Los reinos de este mundo son frágiles, no tienen una base fuerte, aunque muchas veces dan la impresión de tenerlas, pero no (...). Cristo viene a establecer un reino que tiene una base fuerte (…), un elemento importante y clave de este reino de Dios (…) es el perdón”, dijo Brenes, durante la Misa de las Palmas, en la Catedral Metropolitana de Managua.

En los días previos, Murillo había acusado a los religiosos de “bendecir” las manifestaciones de 2018 contra el Gobierno de su esposo, el presidente Daniel Ortega, que fueron reducidas con ataques armados que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dejaron al menos 355 muertos, de los cuales el mandatario reconoció 200.

Para quienes se atrevieron a bendecir los crímenes, no puede haber perdón, y no puede haber olvido (...), ni perdón ni olvido para los criminales, ni perdón ni olvido para los terroristas, para los sanguinarios, para los promotores del horror, de la zozobra (…), para los que mienten y engañan, falsos, también como profetas y pastores. Ni perdón ni olvido para los que blasfemaron y pronunciaron el nombre de Dios en vano”, dijo Murillo.

El purpurado afirmó que “el perdón es divino”, y se refirió al corazón de las personas que no perdonan.

Es un corazón que está verdaderamente enfurecido, que está en tinieblas, y lo puede hacer público y gritarlo: no perdono, no tengo la capacidad de perdonar, nunca vamos a perdonar”, afirmó Brenes, para luego citar la frase bíblica: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

El cardenal también celebró que los creyentes, “durante este tiempo de cuaresma hemos podido acudir a nuestros confesores, y qué hermoso que hemos podido recibir, no ultrajes, no señalamientos, sino hemos recibido el ‘yo te absuelvo en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo’, esta es la característica del reino, es la característica de Jesucristo”.

Rosario Murillo
Rosario Murillo

Aprovechó además para recomendar a sus fieles pedir a Dios la capacidad de perdonar.

“¿Cómo no pedirle al Señor que yo pueda tener la capacidad de perdonar, que Él me conceda la gracia de poder desamarrar esos odios, esa confrontación, esos sentimientos, para poder ser seguidores de Jesús”, resaltó.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

Ortega, cuyo Gobierno expulsó de Nicaragua al nuncio Waldemar Stanisław Sommertag, según confirmó el Vaticano en marzo pasado, ha tildado de “terroristas” a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde 2018.

El líder sandinista los ha calificado de “golpistas”, y acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.

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