El arzobispo de Cali, ante la escalada de furia que sacude la región bañada por el Cauca Monseñor Rodríguez Velásquez insta a detener la violencia que sacude Colombia

Violencia en Colombia
Violencia en Colombia

Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez emite una carta pastoral en la que insta a detener la violencia y promover una cultura de paz, haciendo un llamado profundo en medio de la violencia que sacude a Colombia

El arzobispo recalca la gravedad de la situación: "hasta el mes de enero de 2025 son más de 2.437 las muertes violentas de ciudadanos colombianos, de las cuales 1.232 son homicidios y 231 suicidios"

(Vatican News).- En una reciente carta pastoral titulada “Hacia una paz desarmada y desarmante”, el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, hace un llamado a la comunidad y a las autoridades para detener la escalada de violencia que afecta especialmente al Valle del Cauca y el Cauca. El mensaje, publicado el 9 de junio por la Conferencia Episcopal de Colombia, es un llamado a la conciencia ante los más de 12 atentados ocurridos en un solo día en estas regiones, dejando víctimas fatales, heridos y locales destruidos.

Necesidad de esperanza

El arzobispo recalca la gravedad de la situación: “hasta el mes de enero de 2025 son más de 2.437 las muertes violentas de ciudadanos colombianos, de las cuales 1.232 son homicidios y 231 suicidios”. Además, subraya que, en lo que va del año, el país atraviesa un incremento en feminicidios y atentados contra la comunidad LGBTI, una evidencia clara de que “el drama de la violencia y la muerte está presente desde hace años en nuestro país”.

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La violencia como parte de la historia

Monseñor Rodríguez Velásquez recuerda que la historia del ser humano ha estado marcada por conflictos, desde el crimen de Caín contra su hermano Abel hasta las guerras modernas. Sin embargo, señala que Jesús de Nazaret propuso otra vía: “El énfasis de Jesús en su trabajo evangelizador, tuvo como centro el mandamiento del amor. ‘Este es mi mandamiento: ámense los unos a los otros como yo los he amado’ (Jn 15, 12)”. El mensaje de paz y perdón sigue siendo esencial en estos momentos difíciles.

Una paz desarmada y una paz desarmante  

El pastor también hace referencia a palabras del papa León XIV, quien en su homilía de inicio del ministerio petrino, afirmó que “en nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios”. Monseñor invita a todos los colombianos a ser “una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad” y a “acoger la paz de Cristo resucitado”, que es “una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante” mensaje de la primera bendición Urbi et Orbi del papa.

Asimismo, insiste en la importancia de recuperar “el valor de la ética, que nos permita avanzar por caminos de paz y reconciliación”. La carta exhorta a la ciudadanía a respetar la legalidad, rechazar la justicia por mano propia, valorar los derechos humanos y fortalecer el estado de derecho, promoviendo así una convivencia basada en principios éticos y en la civilización del amor.

Una mirada hacia el futuro

Desde el dolor, monseñor llama a acoger a María como Madre, quien consuela a quienes sufren toda clase de penas, como las que actualmente experimenta Colombia y el mundo entero. “Ella es la mujer fuerte que acompañó a la Iglesia naciente en la oración, animándola a ser fiel a su Hijo y a no perder nunca la esperanza” expresó.

El arzobispo finaliza su carta recordando que “nadie se siente excluido del amor de Dios, y que todos debemos perseverar en superar las diferencias con respeto y confianza”. El mensaje termina con una invitación a caminar juntos, construyendo una comunidad que mira el futuro con esperanza y sin miedo, en un camino guiado por los valores cristianos y el compromiso social.

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