La CEB convoca al diálogo nacional urgente y clama por el fin de la violencia Obispos de Bolivia: "Ninguna causa política o social justifica la pérdida de vidas humanas"

(ADN Celam).- La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ha emitido un enérgico comunicado ante los recientes hechos de violencia que enlutan al país, especialmente en el municipio de Llallagua, donde se ha confirmado el fallecimiento de varios ciudadanos bolivianos.

Desde una mirada cristiana y humana, la Iglesia católica ha manifestado su sentimiento de pésame a las familias de los fallecidos y ha elevado plegarias por el eterno descanso de las víctimas y orado por la pacificación del país.

Rechazo absoluto a la violencia en todas sus formas

En su mensaje, los prelados expresan su profunda preocupación por el rumbo de la actual crisis social y política en que se encuentra inmersa esta nación boliviana. Enfatizaron que “la violencia no puede ni debe convertirse en el mecanismo para resolver las diferencias”, por lo que rechazan todo acto que atente contra la vida de los ciudadanos.

“Ninguna causa política o social justifica la pérdida de vidas humanas”, expresa el comunicado, condenando el uso de armas tanto contra servidores públicos como civiles.

Diálogo y pacificación: el camino hacia una salida

Frente a esta difícil realidad, la Iglesia extiende un llamado urgente a retomar el diálogo como único camino legítimo y eficaz para resolver los conflictos que enfrenta la nación. En este sentido, insta a las autoridades a abandonar la violencia y dejar de lado los intereses particulares para pensar en abrir espacios de encuentro con auténtica voluntad política.

La Conferencia Episcopal manifestó su alarma ante el crecimiento de la polarización y la escasez de alimentos y medicinas causada por los bloqueos. “Estamos entrando en una espiral peligrosa de odio y muerte que solo traerá más dolor y división”, advierte el documento.

Solidaridad espiritual y exigencia de responsabilidad

La Iglesia ante el dolor de las comunidades afectadas por la crisis, expresa su cercanía. “Como Iglesia, estamos al lado de quienes sufren y temen por sus vidas, de quienes no pueden acceder a alimentos ni medicinas. Oramos por cada familia boliviana que en estos momentos vive en incertidumbre”, aseguran. Además, pide a todos los actores político, social y comunitario evitar más pérdidas de vidas humanas y asumir con madurez y responsabilidad histórica este momento difícil.

Finalmente, el episcopado convoca a todo el pueblo boliviano a no dejarse arrastrar por la violencia y el fanatismo. Invita a la oración y a la reflexión conjunta, confiando en que el Señor de la Vida y María, Reina de la Paz, acompañen a Bolivia en su camino hacia la reconciliación.