El prelado ha actuado como sustituto y delegado del Papa en la clausura del Año Jubilar Altagraciano Peña Parra en República Dominicana: "Me voy gratificado, veo que aquí es posible trabajar en conjunto, en comunión"

Monseñor Peña Parra en República Dominicana
Monseñor Peña Parra en República Dominicana

Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto de la Secretaría de Estado y delegado del Papa Francisco a la clausura del Año Jubilar Altagraciano en República Dominicana, concedió una entrevista a Televida

Resalta el testimonio de fe de los dominicanos, en particular la devoción a la Virgen de la Altagracia, Madre y Patrona de la nación. "Me voy gratificado, porque veo que es posible trabajar en conjunto, en comunión"

El Sustituto recuerda una enseñanza de la Nunciatura que se le quedó impreganda: la influencia de una buena decisión: "Nombrar la persona justa en el momento y lugar adecuados, en los modos adecuados, puede cambiar la historia de una diócesis o de un organismo"

(Vatican News).- Detrás de cada acto, de cada papel, de cada carta, detrás de cada decisión, tenemos a la Iglesia. Así lo subraya Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto de la Secretaría de Estado y enviado del Pontífice a República Dominicanapara el cierre del Año Jubilar Altagraciano, en el curso de una entrevista con el canal Televida.

El Sustituto recuerda una enseñanza que le quedó verdaderamente impregnada del tiempo en el que, como joven sacerdote, iba a las Nunciaturas: “Si nosotros en la Nunciatura logramos, con el trabajo dedicado y atento, por ejemplo, a nombrar un obispo nuevo en una diócesis y el obispo es muy bueno, la influencia de lo que hemos hecho en la Nunciatura es inmensa en la Iglesia y en el país donde se realiza”.

Peña Parra enfatiza que nombrar la persona justa en el momento y lugar adecuados, en los modos adecuados, puede cambiar la historia de una diócesis o de un organismo, el que sea. Explica que este es el sentido que tiene el hecho de que, para algunos servicios de la Iglesia, aunque aparentemente burocráticos, el Papa nombre obispos que han tenido una experiencia diplomática, por el conocimiento del mundo y de las situaciones.

Al final de la conversación, consultado por la vivencia en República Dominicana, Peña Parra comparte su emoción y resalta el testimonio de fe de los dominicanos, en particular la devoción a la Virgen de la Altagracia, Madre y Patrona de la nación. “Me voy gratificado, porque veo que es posible trabajar en conjunto, en comunión”, sostiene.

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