Tan sólo en enero fallecieron cuatro obispos eméritos El coronavirus sigue golpeando con fuerza a la Iglesia mexicana

Reciente Iglesia Católica de México muertes de obispos por  COVID-19
Reciente Iglesia Católica de México muertes de obispos por COVID-19

De acuerdo a cifras del Centro Católico Multimedial (CCM) durante esta pandemia, hasta enero del 2021 han fallecido 11 obispos, 264 sacerdotes / religiosos, 13 diáconos permanentes y 10 religiosas.

México se encuentra en una cuarta ola de la pandemia, hasta el domingo 13 de febrero se registraban 107 mil 652 casos activos y 312 mil 819 muertes, cifras registradas de manera oficial sin contar los que no son notificados al gobierno mexicano. 

Lamentablemente la pandemia que afecta a todo el mundo ha sido muy dura con millones de católicos en México y con la Iglesia en este país, que ha resentido el impacto en contagios y muertes. 

Los meses de enero y febrero tanto de 2021 como de 2022, han sido meses difíciles, de muchos contagios y pérdidas irreparables. De acuerdo con reportes del Centro Católico Multimedial (CCM), el mes de enero del 2022, fue un mes triste para la Iglesia Mexicana, debido a que cuatros obispos eméritos fallecieron, tres de ellos por complicaciones asociadas por el Covid-19. 

El misionero josefino Hermenegildo Ramírez Sánchez, de 92 años, que estuvo al frente de de la Prelatura de Huautla de Jiménez, Oaxaca. 

Mons. Onésimo Cepeda Silva, primer obispo de la diócesis de Ecatepec, que se fundó en 1995. Hombre polémico, muy cercano a los políticos del país y en 2019 trascendió que sería candidato a alcalde de Ecatepec en el Estado de México. 

Monseñor Onésimo Cepeda
Monseñor Onésimo Cepeda

Mons. Francisco Raúl Villalobos García, obispo emérito de Saltillo, que tuvo la oportunidad de festejar su 101 años en medio de la pandemia, sin embargo después de librar el contagio, sorprendio su muerte por las complicaciones por el Covid-19 

Y, Mons. Antonio Ortega Franco, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, hombre querido por su feligresia, a quién llamaban El Santito, que falleció a causa de enfermedades crónicas preexistentes. 

A estos recientes nombres se suman los de los obipos Arturo Lona Reyes, Emérito de Tehuantepec que falleció en octubre del 2020, Mons. Gonzalo Galván Castillo, Emérito de Autlán, Mons. Benjamín Jiménez Hernández, Emérito Culiacán, que fallecieron en noviembre del 2020, Mons. José María de la Torre Martín, Obispo de Aguascalientes, que falleció en diciembre del 2020. 

En 2021, fallecieron 3 obispos, Mons. Francisco Daniel Rivera Sánchez, Auxiliar de México, Mons. Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, Emérito de Zacatecas y Mons. Juan Guillermo López Soto, Obispo de Cuauhtémoc-Madera en el estado de Chihuahua. 

En el informe presentado por el CCM, la Arquidiócesis que más casos ha reportado durante la emergencia sanitaria es la de Puebla, con 14 fallecimientos; le sigue la Primada de México y la de Morelia, con siete cada una, y la de San Luis Potosí y la de Guadalajara con cinco casos respectivamente.

Y es que en la Arquidiócesis de Puebla, durante 2020 y 2021 perdieron la vida 56 sacerdotes, la mayoría luego de resultar contagiados por el virus Sars-Cov-2. 

Por su parte la Conferencia del Espicopado Mexicano, mediante la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Salud, ha hecho un fuerte llamado al gobierno federal, a los gobiernos  estatales y a sus autoridades sanitarias a que privilegien el ciudado de las personas por encima de intereses económicos o conveniencias políticas. 

Exhortaron a “no minimizar el riesgo de nuevas cepas o variantes del virus” y “no desestimar medidas sanitarias y dar a la población información y orientación oportuna y clara”. Además de que pidieron tener un mayor diálogo con los profesionales de la salud y demás instancias competentes, para tomar deciones sabias y oportunas ante el alza de contagios.

México se encuentra en una cuarta ola de la pandemia, hasta el domingo 13 de febrero se registraban 107 mil 652 casos activos y 312 mil 819 muertes, cifras registradas de manera oficial sin contar los que no son notificados y registrado por la autoridades de gobierno mexicano. 

Primero, Religión Digital
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