"Uno de los homosexuales más notorios y poderosos de la Iglesia norteamericana" Un periodista acusa de abusos al cardenal Spellman, arzobispo de Nueva York entre 1939 y 1967

El cardenal Francis Spellman, entre Kennedy y Nixon
El cardenal Francis Spellman, entre Kennedy y Nixon

"Si era capaz de tocarme a mí, habría pasado muchos años participando en abusos de otros jóvenes y, quizás, niños"

La sombra de los abusos en la Iglesia llega aún más lejos en el pasado, y en la jerarquía. Un hombre ha acusado al cardenal Francis Spellman, arzobispo de Nueva York entre 1939 y 1967, de haberle tocado de forma indebida cuando era un joven cadete en la Academia Militar de los Estados Unidos.

El periodista y escritor Lucian K. Truscott IV escribió el pasado sábado en la web Salon un artículo en el que acusa al cardenal Spellman de haber puesto su mano en su muslo varias veces durante una entrevista que le hizo en 1967, intentando tocar sus genitales. Para evitar que el purpurado, que entonces 77 años de edad, llegara más lejos, su secretario tuvo que intervenir y retirar la mano errante, sostiene Truscott.

Truscott afirma que tras cada uno de los tocamientos que sufrió durante su conversación, el cardenal, el también en esa época vicario apostólico de las Fuerzas Armadas, le dio un regalo. "Lo hizo una y otra vez, y yo seguía haciéndole preguntas y grabando sus respuesta como si no pasara nada. Abandoné la residencia del cardenal aquel día con un par de pisacorbatas, tres llaveros, y un par de alfileres de corbata bañados en oro", escribe el periodista.

Truscott se dice horrorizado de que los tocamientos de Spellman los sufriera en presencia del secretario del purpurado y dos cadetes más, y revela que no denunció los hechos porque estaba convencido de que no lo iban a creer. Pero ahora, el escritor se arrepienta de haber tomado el episodio con sus compañeros como una broma, dadas las revelaciones de los últimos meses de pederastia en la Iglesia.

"Yo no fui una víctima inocente. Yo era un adulto, un cadete en West Point, yo sabía [que estuvo mal]", reflexiona Truscott. "No me cabe la menor duda de que si [Spellman] era capaz de toquetear un cadete de West Point delante de tres testigos en su residencia... incluyendo a un monseñor [su secretario], habría pasado muchos años participando en abusos de otros jóvenes y, quizás, niños", lamenta el escritor.

El cardenal 'Mary', o 'Burbujas'

Durante décadas se ha especulado con la posibilidad de que viviera una homosexualidad oculta el cardenal Spellman. Al hombre que se ganó el mote "El Motor" por su influencia y sus amistades con políticos conservadores como el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, el senador anticomunista Joseph McCarthy o el entonces vicepresidente Richard Nixon también le seguía otros apodos, como el de 'Mary', como revela Truscott, o el de 'Burbujas', como afirma el American Conservative.

Varias biografías publicadas sobre el cardenal han resaltado como su imagen pública de moralista ultraconservador chocaba con los rumores que circulaban sobre su vida privada, que incluían que los de que instaló espejos de suelo al techo en su baño o que mantenía una relación con un cantante activo en Broadway. Fueron episodios como estos que llevó al periodista Michelangelo Signorile a calificar en 2002 al cardenal de "uno de los homosexuales más notorios, poderosos y sexualmente voraces de la historia de la Iglesia católica norteamericana".

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