El sanchismo no es socialismo, es arribismo María-José PEÑA: ¿Sánchez pinchará una vez más?

Usted sólo quiere una cosa, pequeña, casi insignificante, que le dejen en el poder un poco más. Con eso le bastaría. Pero no le dejan.

La coalición progre del sanchismo

María-José PEÑA

¿SANCHEZ PINCHARÁ UNA VEZ MÁS?

No sé si ustedes se acuerdan... de la primera vez que Pedro Sánchez quiso ser investido. Fue el 22 de Julio del pasado año. Pinchó. Hoy ha vuelto a pinchar aunque aún aspire el candidato a que el próximo martes, la simple mayoría de dos votos, sólo uno, le evite pinchar de nuevo y le arroje de la Moncloa.

Aquel día escribimos lo siguiente que hoy me parece que fue casi una predicción. Por si a alguien interesa, aquí lo dejo.

Sanchez no logra mayoria absoluta

SANCHEZ, PINCHA

Tres meses después de las elecciones, sin apoyos constitucionalistas porque no los ha buscado, con las manos vacías, el Presidente en funciones presenta su discurso en el Debate de Investidura.

Un PP mustio, casi sin presencia; un C´s decididamente agresivo cuando todos recordamos la indecisión de otras veces; un Podemos en su línea pero reivindicando lo que Sánchez le escatima; y un VOX con un discurso de presentación de recia reivindicación, ausente durante años, y que los asentados durante los mismos años en el cómodo sillón del escaño se han visto obligados a escuchar; eso fue todo.

Sólo para VOX la cosa fue algo más: se acabó el silencio y el ninguneo. Y la voz que le han negado hasta ahora es la que a partir de ahora van a tener que escuchar. VOX ya tiene voz. Sánchez ha ignorado a Abascal; no importa, Abascal, por el contrario, le prestará una atención de la que Sánchez quisiera huir. No defiendo el Programa de VOX, por lo menos, no todo ni del todo, pero defiendo su presencia.

Eso ha sido el primer día de debate.

Si hubiéramos tenido respecto a Sánchez y su proyecto alguna duda, que no la teníamos, hoy hubiéramos salido de ella. Vaguedades, generalidades, naderías… nada entre las manos. Horas de discurso monocorde, bobo, sin vibración alguna, sin proyectos claros, sin determinación en nada, lugares comunes, sosería, algunas mentiras y bobería… ¡nada!. De la cuestión fundamental, esa que está quebrando España, ni una palabra. De perfil, siempre de perfil, ni chicha ni limoná, lo que convenga. Objetivo único: conservar el poder, a cualquier precio, con quien sea. Para esa nada en que habita y que propone como proyecto, a unos les pide el voto, a otros la abstención.

Un candidato carente de suficientes votos propios, que se dedica a insultar a los adversarios constitucionalistas que pudieran prestarle los necesarios apoyos, y que como único argumento reclama impertérrito una y otra vez que por amor a España se abstengan en la votación de tal manera que posibiliten que él pueda gobernar.

Ya está. Nada más. Eso es todo. El se cree España, bueno no se lo cree, pretende que lo crean los demás.

No, señor Sánchez, es una inmoralidad política lo que usted ofrece, lo que usted representa, lo que usted pretende. Mire, yo creo que usted no sabe lo que es; es más, creo que usted no es nada concreto, usted es, simplemente, una vocación de poder que busca los recovecos por donde colarse y realizarla.

Hacen mal PP y Cs en pedirle precisión, en pedirle proyecto, en pedirle que se retrate. Y hacen mal en pedirle esa precisión porque usted no lo tiene nada de todo eso; usted es lo que le dejen ser, aquello que ellos permitan que usted sea porque usted es solamente esa vocación de poder y si no le dejan por un camino, transitará por otro; si no le permiten la constitucionalidad porque le niegan su voto, usted será otra cosa. Será aliado de destructores del Estado y no le importará porque hasta que lo destruyan por completo usted tiene un camino que recorrer en el poder. Y con eso le basta.

Sr. Sánchez, usted sabe, lo va aprendiendo, que gobernar es complicado, que se necesita saber, tener un proyecto de España, y de presente y futuro para los españoles; saber transmitirlo y defenderlo, tener determinación y conocimiento para llevarlo a cabo, y lograrlo. Y eso es mucho para usted. En realidad, usted es un hombre modesto en sus haberes políticos y esto le viene grande. Y, seguramente, usted lo sabe y teme que lo sepan también todos los demás; por eso se conforma con poco, por eso no tiene ni necesita proyecto de España; por eso carece de proyecto de futuro para los españoles; por eso no presenta ninguna solución para ninguno de los graves problemas que tiene España.

Usted sólo quiere una cosa, pequeña, casi insignificante, que le dejen en el poder un poco más. Con eso le bastaría. Pero no le dejan.

El constitucionalismo quiere algo que usted no sabe dar porque no lo tiene, quiere contenido, programa, proyecto de salida. Usted por el contrario ofrece buenas palabras, generalidades, lejanas ideas de futuro sin concreción, una carta suave a los Reyes Magos, la misma que podría dirigirles cada año y la misma que podrían pedir millones de españoles de cualquier ideología, sin que ni ellos ni usted confíasen en que los Reyes Magos les trajesen lo pedido.

Sr. Sánchez, usted no ha sido capaz de llamar al constitucionalismo y ofrecerles el proyecto que España necesita, usted no merece que se abstengan. Con sus socios y con quienes se abstengan para facilitar su investidura, usted no puede llegar muy lejos porque le usarán hasta devorarle; el tiempo que tarden en ello, será el tiempo de su gobierno.

Su Partido, Sr. Sánchez, el mismo que le defenestró, no se atrevió tras ello a hacer la limpieza necesaria en su seno, a desandar el camino errado y volver a sus presupuestos socialistas. Se limitó a echarle a usted, sin suponer que con la misma ambición y mayor resentimiento trataría de volver, como ha hecho, apoyándose en todos aquellos militantes más proclives a cargo y mando que a los presupuestos de igualdad, fraternidad, universalidad y justicia social que les deberían ser propios. Y así usted ha tejido un nuevo PSOE, el suyo, ante la pasividad torpe y culpable de los que hubieran debido impedirlo.

Y ahora, Sr. Sánchez, tenemos en el poder y en situación de amarrarse a él durante todo el tiempo que pueda a su PSOE, al suyo, al que se ha ligado a usted para beneficiarse de su ambición, el poder, y participar así, más que en la transformación necesaria de un país, en un período de buenos cargos y mejores emolumentos. Durará lo que dure pero tampoco aspiran a más.

Por todo eso, Sr. Sánchez y porque la oposición constitucionalista está hoy marcada, unos por un pasado bastante discutible y otros por un presente de errores y veleidades, estamos sin alternativas a usted y sus muchachos. Tristemente. Dolorosamente.

Pero llegados a este punto, que sea lo que usted sea capaz de lograr. Le soportaremos, Sr. Sánchez, con su falta de solución para el conflicto no de Cataluña, sino en Cataluña; le soportaremos hasta donde usted aguante; le soportaremos en todo lo que la legalidad le ampare, pero usted, sólo usted, será responsable de lo que suceda.

Y, si finalmente, ni siquiera le sostienen esos apoyos que mancillan, pues usted, señor Sánchez, sólo usted, será el responsable de llegar a unas nuevas elecciones.

A los españoles sólo nos cabrá aceptar el resultado que de las mismas salga. Como ahora. Y a usted, Sr. Sánchez le cabrá realizar del todo su sueño durante unos años más, o recoger sus cosas y dar gracias al Cielo por la suerte que ha tenido durante este tiempo. Sin nadie, enfrente.

Hoy hasta aquí hemos llegado.

Fuente: María-José Peña: Sánchez, pincha: ha obtenido un solo voto no socialista.

Fuera de su partido,  que le ha brindado 123 votos, Pedro Sánchez ha obtenido un solo voto, el del diputado del Partido Regionalista de Cantabria José María Mazón.

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