Prepara dentro de ti el lugar donde quiere nacer Jesús.
19 de diciembre: III Viernes de Adviento
Prepara dentro de ti el lugar donde quiere nacer Jesús.
“Había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos. El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo” (Jue 13, 2-3).
En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. (Lc 1, 5-14).
Al acercarnos a la Navidad, los textos bíblicos nos llevan a las diferentes anunciaciones que se han dado en la historia de salvación, como fue el anuncio de la concepción de Sansón y de Juan Bautista.
En este contexto, la anunciación del ángel a María es un relato que demuestra el poder de Dios, quien no solo da fecundidad a las estériles, sino que puede hacer madre a una virgen, pues para Dios nada hay imposible.
Dispongámonos a acoger la manifestación del poder de Dios, quien siendo eterno, se hace tiempo. El inmortal, mortal; el Todopoderoso, necesitado de los cuidados maternos; el Creador, criatura.
Prepara dentro de ti el lugar donde quiere nacer Jesús.
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