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Poema de Navidad
Enebros, acacias, alerces,
olmos, aligustres, cipreses,
cedros, pinos y abetos, cantad
al Niño Jesús, aunque duerme.
Tomillos, romeros, espliegos,
perfumad el campo silvestre,
que ha nacido hoy vuestro rey,
Quien hizo que todo existiese.
Amigos, pastores, vecinos,
hombres labradores y ancianos:
Venid, vez al recién nacido,
por dentro en tu pobre casa.
No es día de dormir, auroros.
Mengua la noche, viene el alba,
la luz irrumpe en las tiniebla,
ya no es oscura y luce el alma.
Solo, en familia o en desierto.
Gozoso, triste, o con duelos,
Dios es aún más que tu pobreza,
regálale lo que demanda.
Cabe que sean tus pecados.
No disimules tu dolencia,
ha venido como mendigo,
para que no tengas vergüenza.
Buenafuente, 25 de diciembre de 2025
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