II Domingo de Navidad

Acoge la Luz, acoge la Vida.

El asombro de la Encarnación

II Domingo de Navidad
II Domingo de Navidad
Ángel Moreno, de Buenafuente del Sistal
04 ene 2025 - 18:00

5 de enero, II Domingo de Navidad

Texto evangélico

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; | el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 1-5. 10-14).

Comentario

Sobrecoge el contraste que revela el Evangelio: quien estaba junto a Dios, por quien se hizo el universo, se hace criatura. El Eterno se convierte en temporalidad; Dios se hace hombre. Quien es la Vida asume la naturaleza humana para hacerse mortal.

Quien es la Luz nace en la noche para que la tiniebla pierda su dominio y para transformar a todos los que crean en Él en hijos de la Luz, hijos del día, no de las tinieblas.

En vísperas de la Epifanía, la Palabra nos invita a contemplar, adorar y acoger a quien, por nosotros, se hace pequeño: el hijo de la Nazarena. Así, no temeremos acercarnos para besar, obsequiar y cantar ante el Niño Jesús.

Propuesta

Acoge la Luz, acoge la Vida.

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