6 de junio: Mes del Corazón de Jesús
Texto bíblico
“Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: «¡Abba, Padre!». Ese mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios; y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo; de modo que, si sufrimos con él, seremos también glorificados con él” (Rom 8, 16-17).
Meditación: Promesa del Señor
En vísperas de Pentecostés nos anima la promesa del Señor, quien derramó el Espíritu como regalo de su obra creadora: “Su costado herido, que interpretamos como su corazón, está lleno del Espíritu Santo y desde él llega a nosotros como ríos de agua viva: « La fuente del Espíritu está enteramente en Cristo» . Pero el Espíritu que recibimos no nos aleja del Señor resucitado sino que nos llena de él, porque bebiendo del Espíritu bebemos al mismo Cristo: « Bebe a Cristo porque él es la roca que derrama agua. Bebe a Cristo porque él es la fuente de la vida. Bebe a Cristo porque él es el río cuya fuerza alegra a la ciudad de Dios. Bebe a Cristo porque él es la paz. Bebe a Cristo, porque de su seno fluye agua viva».” (DN 102).
Estamos bajo el impacto de la elección de León XIV, y sentimos cómo el Espíritu Santo guía y acompaña a la Iglesia. Cada uno, gracias al Consolador, sentimos el apoyo providente de su presencia discreta y eficaz.
Es día de pedir: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles”. Necesitamos los dones de Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Propuesta
Vive estos momentos en comunión con la Iglesia.