Reza la oración del Ángelus 25 de Marzo, III Martes de Cuaresma

25 de Marzo, III Martes de Cuaresma
25 de Marzo, III Martes de Cuaresma

Fiesta de la Encarnación del Señor

25 de Marzo: III Martes de Cuaresma

La Anunciación del Señor 

Evangelio del día 

En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús” (Lc 1, 26-31). 

Reflexión

En lenguaje poético preguntamos a Gabriel: “Ángel de Dios, ¿dónde anunciaste a María la mejor nueva? ¿Fue acaso en la fuente de Nazaret? ¿O fue en la casa? ¿Quizá fue en el camino? Seguro que aconteció dentro de ella misma. Tú fuiste el testigo privilegiado de la escena más sobrecogedora de la historia. El Evangelio narra: “Salve, Llenada de gracia, alégrate, el Señor está contigo, no temas, has hallado gracia ante Dios”. Y María concibió, por la acción del Espíritu Santo, el Verbo divino.

Si el jardín primero se convirtió en desierto, por el pecado de Adán. El desierto se ha convertido en jardín, por la muerte y resurrección de Jesús. Ya no es irremediable la estepa, el viaje vagabundo, la experiencia de debilidad. Por María, el ángel levanta la espada que impedía disfrutar del jardín primero. Ya se puede entrar, de nuevo, al Edén. 

El Hijo de Dios se hace carne en y de las entrañas de María, misterio que da comienzo visible de la redención de todos los hombres. Este acontecimiento marca el hito de la historia, la divide en dos partes: antes de Cristo y después de Cristo. Hasta ese momento llegaban las expectaciones de los hombres, de los creyentes de Israel. Desde ese momento se empiezan a cumplir todas las promesas

Oración 

“Oh Padre, infunde en nuestra alma tu gracia. Tú, que en la anunciación del Ángel nos has revelado la encarnación de tu Hijo, por su pasión y su cruz condúcenos a la gloria de la resurrección. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Propuesta

Reza la oración del Ángelus

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