Invoca a María: “Dulce Corazón de María”. 21 de Mayo: Mes de María

“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio” (Jn 19, 25-27).
“Ligada por un vínculo estrecho e indisoluble al misterio de la encarnación y de la redención, la Beatísima Virgen María, Inmaculada, terminado el curso de la vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste, y hecha semejante a su Hijo, que resucitó de los muertos, recibió anticipadamente la suerte de todos los justos; creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo, por el que contribuye para engendrar y aumentar la vida divina en cada una de las almas de los hombres redimidos” (Credo de Pablo VI, 15)
Con muchos nombres se venera a la Virgen, entre ellos se la invoca como Medianera de Gracia, Virgen Milagrosa. “Desde su aparición en 1830, a santa Catalina Labouré, la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa protege y auxilia a los que con fe invocan su nombre. Ya san Bernardo había escrito: “Mira la estrella, invoca a María. Si te protege nada tendrás que temer, si te guía no te fatigarás”.
“Oh María Mediadora, Madre de amor y de dolor, a tu Corazón Inmaculado y dolorido consagro mi pobre corazón; recíbelo, guárdalo. Sálvalo con tu amor santo que jamás falla. Corazón inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mí. Y por todos los favores recibido, Santa Madre del Cielo, proclamo: ¡Oh María sin pecado concebida! Ruega por nosotros que recurrimos a Vos. Por tu Hijo Jesucristo, que con el Padre vive y reina. Amén.
Invoca a María: “Dulce Corazón de María”.